domingo, 14 de octubre de 2012

a- vuelos

Las historias familiares son como tatuajes que lleva el alma y que en ocasiones siente y vive el cuerpo.

Quizá son el origen de mucho de lo que somos y conociéndolas estemos conociendo un pedacito de nosotros mismos; la familia es de los misterios que no elegimos y que tanto influye en nuestra vida.

En mi caso, con el paso de los años, voy tomando más conciencia de mis orígenes y encontrando con mayor frecuencia aspectos de mi forma de ser que coinciden con diferentes familiares, lo que hace que cada vez más, me sienta feliz de formar parte de esta historia.

Este mes,  ha tenido una gran "carga" familiar pues es el mes en el que nació uno de mis abuelos, aquel que no conocí y que sin embargo en ocasiones siento que tenemos mucho en común. Es del lado de mi papá, el de refugiados españoles, llegó junto con sus hermanos y padres a México durante la guerra civil y reconstruyeron su vida como muchos otros en la misma situación.

Ingeniero de la UNAM y trabajador de Luz y Fuerza, llevó luz a colonias marginadas y entrego su vida por su trabajo y su familia, cantaba, actuaba, escribía, tomaba fotografías, bromeaba, enseñaba, entre muchas otras cosas más que me han contado y que me ha tocado ver en el carácter de sus diferentes hijos.

Falleció joven y desde ahí mi abuela ha vivido con altas y bajas depresivas, extrañándolo como sus hijos y enojada por haberla dejado; enojos que al día de hoy ya se han convertido en enfermedad, en ganas de irse tras él a donde quiera que esté.
Esos enojos además, se multiplicaron recientemente con la decisión del gobierno de Calderón del cierre de Luz y Fuerza, con lo que concluyeron los homenajes que año con año se le hacían a mi abuelo en las instalaciones de esa compañía, además de que un sindicato y sus familias se desmoronaba.

Sin embargo después de tiempos de malas noticias hoy es lindo saber que se han ganado batallas, por ejemplo: un sobrino de la familia junto con otros abogados ha logrado hacer justicia para que los trabajadores del SME reciban lo que les corresponde; coincidencias de la vida que vuelven a juntar al apellido con causas parecidas (http://www.jornada.unam.mx/2012/10/14/opinion/020a1pol).

Este apellido me ha tocado llevar y con ello no sólo historias sino también ideologías, genética; responsabilidades y compromisos, formas de ver el mundo que se sienten cuando nos juntamos en la gran familia que somos las y los de Buen.

¿de Buen qué? en ocasiones me preguntan y las múltiples respuestas las encuentro en mi historia familiar y en quiénes la conforman, en mi abuelo, en mi papá y en cada ser humano que ha tenido la fortuna de tener ese apellido que es como un vuelo que nos ha colocado en diferentes posiciones en este mundo para desde ahí ser lo mejor que podamos como profesionistas pero sobretodo como personas.

Es Octubre y nos acordamos de ti abuelo y agradecemos por la familia que somos; no cabe duda que te diste en esta vida tanto que te fuiste pronto y hoy nos hace falta tu humanidad, inteligencia y gran corazón, hoy la abuela cada vez tiene más ganas de irse adonde estés, contigo, dejar de ver este mundo que ya la ha deprimido y cansado demasiado.

Hoy contenta recuerdo un poco de ti, que al final también es recordar y construir un poco de mi.

jueves, 4 de octubre de 2012

De paros y movimientos

"2 de Octubre, no se olvida" una de las premisas más importantes en la vida estudiantil que no sólo representa una fecha sino el proceso que hizo que las y los estudiantes se organizaran en esa época y a  pesar de la represión siguiera la lucha de algunos y algunas en diferentes ámbitos.
44 años después, las cosas en el país no han mejorado tanto como quisiéramos y de nuevo surgen movilizaciones y descontento de muchos sectores de la población.
Algunos estudiantes, formamos parte del movimiento #yosoy132 y este 2 de octubre de 2012, en la Facultad de Filosofía y Letras y en otros espacios decidimos que sería un día especial. Después de una Asamblea con más gente de lo esperado, se llego al consenso de que haríamos un Paro "activo", tal y como se había acordado en la Convención del #yosoy132 por 4 razones principales:
En solidaridad con la UACM, en conmemoración de lo ocurrido en el 68 y en contra, tanto de la imposición del presidente como de la reforma laboral.
Teniendo esto en mente, consideramos  (con algunos disensos) que cerrar los salones e invitar a las y los estudiantes al diálogo en los espacios públicos de filos, sería una buena forma de aprovechar ese día, así se hizo y desde la noche del 1°, se tomaron las instalaciones, se pusieron carteles y se planearon las diferentes actividades a realizar; las cuales iban desde mesas de diálogo en torno a los 4 ejes, recitales de poesía, música en vivo, representaciones teatrales y algunos brigadeos. Lo planeado se llevo a cabo aunque no fue como lo esperábamos pues la Dirección al enviar un aviso sobre el cierre de las instalaciones, hizo que mucha menos gente de lo normal asistiera a la facultad a participar en las actividades contempladas, lo que genero una autoreflexión sobre las formas que utilizamos para invitar a más personas a participar en las tomas de decisiones.
Sin embargo se lograron cosas y por lo menos en mi caso, al participar en la mesa de diálogo sobre el 68, me sentí satisfecha pues las ideas ahí vertidas nos sirvieron para reflexionar diferentes cuestiones.
Algunas de las más importantes tuvieron que ver con la relación que nosotros y nosotras percibíamos del movimiento estudiantil actual y el de 1968, situándonos en un contexto que al día de hoy nos permite hasta cierto punto la manifestación libre de ideas sin sufrir represiones tan directas (a veces) cosa que en esos años era imposible, en cuanto al plan de lucha, son claras las diferencias por los asuntos que se abarcan, aceptando que los 6 ejes de lucha del 132 parecen mucho más alejados de alcanzar por su amplitud, complicándose así nuestra labor, sin embargo con esperanzas concluimos que a pesar de nuestras diferencias, existen similitudes y son estas las que nos permiten replantearnos hacia donde queremos ir como movimientos y en dónde nos situamos en unos años; por lo tanto qué es lo que necesitamos hacer para llegar hasta ahí, teniendo claras las herramientas con las que contamos y nuestra posición en la sociedad, fomentando la conciencia de clase y quizá pensando que más que exigir como muchos otros movimientos lo han hecho, se trata de construir, en conjunto, innovando, apropiándonos de los medios de producción que no se han inventado y procurando tener al diálogo por encima de todo, con todos y todas.
¿Cómo?
Esa es una de las preguntas que más nos ha costado responder, sin embargo logramos construir algunas propuestas, por ejemplo: Buscar que todas las universidades, en cada una de las materias, procuren salir del "recinto arquitectónico", es decir planear una clase que se dé con esa población que no tuvo la fortuna de asistir a la universidad, como una forma de construir conocimientos colectivos y escuchar a otros sectores del país. Quizá con acciones de este tipo, logremos recuperar nuestro compromiso social como estudiantes sin quedarnos sólo en la labor académica; es triste ver la indiferencia de algunos estudiantes que siguen (o seguimos) es una posición egoísta, viendo por los intereses propios y cerrándose a la participación en la construcción de otros mundos.
Considero que como 132 debemos seguir construyendo espacios que recuperen la mayor cantidad de voces posibles y además de canalizar el descontento con acciones como las marchas,nos permitan ir llevando a la práctica aquello por lo que estamos luchando, cuestionando las formas democráticas existentes, dentro del movimiento pero sobre todo dentro de nuestras propias universidades. Pues otro tema que ha estado en el tintero tiene que ver justamente con "las formas" de lucha que prevalecen desde 1968, que se volvieron tradición y que quizá ya no cumplen con sus fines, como las marchas e incluso los paros. Ahora se ha innovado en formas de protestar por ejemplo con huevazos, sin embargo creo que nunca debemos de detener nuestra auto crítica y replantear cuál es la línea de lo pacífico pero sobretodo de lo legítimo para en la medida de lo posible ir avanzando con sensibilidad hacia donde, quizá desde 1968 o antes, mucho México quiere llegar.