martes, 25 de junio de 2013

Comerse el mundo

Cada quien tiene su forma de cerrar ciclos, sin embargo una bastante común tiene que ver con los viajes.
Se acostumbran viajes al terminar la prepa, o al empezar un matrimonio así como al terminar una carrera, como es mi caso.
Cuando pienso a qué nos enfrentamos al viajar y cual es su importancia, me encuentro con múltiples respuestas, por un lado implica movimiento, lo que puede desequilibrarnos y por lo tanto empujarnos a buscar de nuevo posiciones para ser y estar en el mundo; por otro lado implica incertidumbre, otro aspecto que nos enfrenta con lo que somos dentro de nuevos escenarios.Además en general los viajes implican despedidas, este en especial, quiero que sea para despedirme un poco de mi vida de estudiante, pues aunque estoy con ganas de hacer un posgrado, por lo pronto terminé una etapa importante, de ahora en adelante, los pasos que vaya avanzando tienen un rumbo un poco más claro con respecto a mi vida profesional pues ya voy definiendo lo que quiero y con ello a lo que estoy dispuesta a comprometerme; lo que seguramente poco a poco conllevará más responsabilidades que quizá sea más complicado dejar al pasar del tiempo.
Por eso y por otras razones me voy.
Para festejar la vida que llevo, cerrar ciertos ciclos que he ido abriendo y seguir probando pedacitos de mundo para digerir y transformar mejor.

domingo, 9 de junio de 2013

¿qué sigue al terminar la carrera?

Cada vez más personas cercanas, terminan la Universidad y con ello me vienen ciertas reflexiones con respecto a lo que eso significa.
En un país en el que aproximadamente 3 de cada 10 jóvenes de entre 19 y 23 años ingresan a la educación superior , terminar una carrera universitaria es un logro y un privilegio, ¿qué vamos a hacer ahora que egresamos de la carrera? ¿cómo aplicaremos lo que aprendimos en nuestros trabajos? ¿qué trabajos elegiremos? ¿será que la vida laboral es lo que esperamos? ¿habremos elegido bien nuestra profesión?
Estas y más preguntas seguramente vendrán a la cabeza de más de uno y las respuestas dependerán de nuestras acciones, las cuales espero sean consecuentes con lo afortunados que somos.

¿A quién agradecer por la fortuna de haber estudiado una licenciatura?

Esa es una respuesta de opción múltiple pues me imagino que no es lo mismo para quienes estudiamos en una universidad pública y de alguna manera debemos agradecer a los impuestos (y agradecer es un decir porque en realidad es nuestro derecho pero ese es otro tema) que los que estudiaron en una universidad privada, la cual seguramente fue financiada por sus padres.

De los universitarios 1 de cada 3 estudian en universidades privadas, ¿qué diferencia habrá?
Quizá aquellos que egresan de este sector, se verán más interesados en trabajos que les permitan recuperar la inversión económica que realizaron sus familias para su educación y probablemente querrán ocupar lugares en empresas con ingresos específicos y de alguna manera tengan una preocupación más individual en ese sentido. A diferencia (quizá) de quienes de alguna manera nos vemos más interesados por retribuir a la sociedad un poco de lo que significó haber estudiado de forma "gratuita".

¿Qué tanto estudiar en universidades privadas nos lleva a trabajar más por intereses individuales que colectivos?

No tengo la respuesta pero me preocuparía que así fuera y aquí me viene otra pregunta ¿por qué y/o para qué estudiamos?
Pienso que además de para conseguir un buen trabajo como varios me han contestado y en el mejor de los casos, desarrollarnos como personas en aspectos que nos agraden (que podría ser la parte individual);
estudiamos para conocer mejor a cerca de la realidad, construir alternativas para la mejora de las condiciones de vida más allá de las propias y encontrarnos con diferentes formas de ver el mundo que nos brinda cada profesión pero sobretodo pienso que estudiamos para situarnos en una sociedad que necesita de jóvenes que se hagan responsables de las transformaciones que requiere el país, valoren el hecho de haber ido más allá de la educación básica y se sitúen de tal forma que sus aportaciones beneficien a las personas que directa o indirectamente hicieron posible terminar el ciclo como universitarios.