lunes, 2 de diciembre de 2013

¿Qué guía nuestras acciones?

Ya comenzó el último mes del 2013 y con ello es inevitable pensar en cerrar algunos ciclos, para esto, he decidido reflexionar sobre lo que ha significado este año.
Ya terminé las materias de la universidad y el servicio social y estoy cerca de concluir la tesis; hasta ahora no tengo un trabajo fijo y me he dado cuenta que un gran porcentaje del año me he dedicado a realizar labores sin remuneración económica. En el lenguaje de algunas personas se puede decir que este año he sido una "NiNi" (para los que no sepan Ni estudio Ni trabajo)
Sin embargo, lo cierto es que he tenido muchas otras satisfacciones y con ello he ido sacando algunas conclusiones al intentar responder la siguiente pregunta.
¿Qué guía nuestras acciones?
Supongo que son múltiples las respuestas y dependen de muchos factores; sin embargo  cuando volteo a mi alrededor, observo que para muchas personas uno de los principales factores que hace que realicen o no una actividad, se relaciona con las ganancias que les va a generar, en muchos casos de dinero; basta detenernos un poco y analizar lo que sucede en nuestro país, con la corrupción tanto en el gobierno, con funcionarios o policías que agilizan trámites sólo con mordidas o en algunas empresas en las que me he enterado que piden cuotas extras los trabajadores por "debajo del agua" para cerrar contratos o realizar pagos. De igual  manera, una de las primeras preguntas que hace la gente para cualquier cosa es ¿qué me darán a cambio? ¿cuánto cuesta? ¿ es gratis?
y así pareciera que como dice Emir Sader (http://www.jornada.unam.mx/2013/11/12/opinion/018a2pol) vivimos en un mundo en que todo se compra, todo se vende, todo tiene precio; incluso las acciones.
Es claro que por el sistema en el que vivimos, sobretodo los que estamos en las ciudades y no tenemos la fortuna de ser como los zapatistas, necesitamos el dinero para transporte, para comida, para salud, para educación y para muchas otras cosas que el Estado no garantiza y que cada vez más se han mercantilizado como parte del neoliberalismo (que ha convertido cosas que eran derechos en servicios costosos); sin embargo, este año me ha permitido valorizar prácticas que resisten a estos intentos de vender y comprar hasta las acciones, prácticas que las personas realizan por la satisfacción que les genera, por estar convencidos de que actuar con y por los demás, por aportar lo que son sin esperar nada a cambio, por conocerse a sí mismos y vivir nuevas experiencias sin ser recompensados con dinero, esas prácticas voluntarias, las cuales he tenido la fortuna de realizar y compartir sobretodo al formar parte de la Fundación México Juega, en la que todos y todas las que estamos ahí, lo hacemos de forma voluntaria y gracias a otros y otras voluntarias que nos han apoyado hemos podido realizar ya bastantes cosas para promover y defender el derecho al juego (que también se ha ido mercantilizando y muchas personas creen que jugar es ir al casino o que si no se gana nada no se juega).



En fin, este año de labores voluntarias y de convivir con varias personas que aún realizan cosas sin esperar nada a cambio me da esperanzas sobre el ser humano que aún es capaz de actuar con conciencia, sin avaricia y por convicción.

Estoy segura de que mientras existan más actos por voluntad y menos por dinero, será más fácil construir una sociedad más justa, más libre, más digna.


 (Voluntario: Se aplica a la persona que realiza acciones de forma libre y consciente.)



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