lunes, 10 de febrero de 2014

De instantes que no acaban o de días en los que se suman años.




La vida nos pone distintos momentos para valorarla.

En ocasiones basta con levantarnos de la cama con salud, hacer lo que nos gusta, estar con quienes queremos, conocer nuevos lugares, abrazar a alguien, admirar atardeceres o simplemente voltear a ver la luna; cada quien sabrá qué es lo que le da sentido a su vida por instantes, sin embargo, existe un instante que sin importar de donde vengamos, hacia donde vayamos o cómo valoremos nuestras vidas; a todos nos llega por lo menos una vez al año, ese instante es el día de nuestro cumpleaños.
Para algunos, cumplir años no es más que un trámite, sin embargo yo me rehúso a que sea sólo eso, desde mi perspectiva, cumplir años es una oportunidad para poner un alto en el transcurrir del tiempo y voltear a ver todo aquello que nos rodea, detenernos para valorar a las personas que han formado parte de nuestra historia y agradecer por aquellas cosas que nos han hecho lo que somos pero sobre todo por cada posibilidad que tenemos para elegir lo que queremos ser.

¿Para qué es la vida?

Esa pregunta suena en mi cabeza con frecuencia y cada día me lo respondo de diferentes maneras.
A veces pienso que es para conocernos a nosotros mismos, encontrarnos en los otros, desvelarnos, acalorarnos, bailar, viajar, compartir lo que nos hace felices, dar lo que somos, perdernos en los caminos y enfrentar los miedos o besarnos bajo la lluvia, la vida también puede ser para jugar con las y los amigos, caernos y levantarnos, separarnos y volvernos a juntar con más fuerza, la vida es para ofrecer lo que somos a la naturaleza, quejarnos de lo que no queremos pero sobretodo construir aquello que si queremos de este mundo.
La vida puede ser para confiar aunque a veces también para decepcionarnos de lo que los seres humanos somos capaces de hacer pero siempre para pensar que hay mejores formas de ser y de actuar que tal vez no son fáciles pero son posibles.
La vida es para sentir como animales pero entender que somos seres humanos que piensan, que deciden pero sobretodo que crean y que al crear aunque lo podemos hacer para destruir, lo podemos hacer para construir, para crecer, para valorarnos a nosotros mismos.
Los días en las cotidianidad nos ponen trampas que pueden hacer que nos olvidemos de dónde venimos y hacia dónde vamos, sin embargo también hay formas de encontrar esos instantes exactos que nos sirvan para encontrarnos de nuevo; en mi caso es escribiendo como puedo escucharme una y otra vez, leerme.  Sin embargo a algunos les funciona sentarse unos instantes y repasar las partes que de sí mismos les gustan, puede ser una actitud, un gesto, una reacción… aquello que no quieren cambiar e incluso quieren proyectar, hay a quienes les funciona simplemente dejarse ir en la esencia del ser, realizar algún deporte, gritar...
Hay cosas que ayudan para encontrarse, por ejemplo subirse a una bicicleta o a un árbol, , escuchar una canción que nos llene de recuerdos , algo que casi nunca falla es ver a los y las amigas pues son sus puntos de vista los que nos recuerdan quienes somos, nos enfrentan a nuestros cambios y permanencias. Las tacitas de café también tienen toques mágicos que conectan partes en el interior; a veces un partido de futbol o de barajas regresa el alma al cuerpo. Las miradas de los desconocidos, la luz verde en un alto, ver una foto vieja o escuchar una voz conocida pueden formar parte de esos instantes, que bastan para que la vida se frene.
Pero volviendo al cumpleaños, pienso que cuando se acerca la fecha, es el pretexto perfecto para hacer ese alto en el camino y realizar algunas de las siguientes cosas que ayudan a que no sea un día como cualquier otro, pues nos guste o no, es una fecha en la que se alienan los planetas parecido a aquella vez en la que llegamos a este mundo, por eso quizá podemos pensar en hacer cosas como:
-          Comer tu comida favorita y con tus personas favoritas
-          Hacer algo que nunca hayas hecho
-          Salir a la calle diciendo que es tu cumpleaños y recibir abrazos gratis
-          Escuchar tu música favorita
-          Hacer planes que quieres cumplir antes de tu siguiente cumpleaños
-          Ver fotos viejas
-          Organizar una fiesta donde reúnas a las personas que han formado parte de tu felicidad
-          Ir a un lugar al que nunca hayas ido
-          Hacer una lista de deseos a cumplir
-          Regalarte algo
-          Hacerle el día a algún desconocido
-          Quitarse las ganas de algo
-          Vivir sin horarios
-          Hacer tu actividad favorita
O simplemente sentarse a contemplar la belleza que nos rodea, a respirar y sentir el cuerpo maravilloso con el que contamos y a agradecer porque a pesar de todo, la vida nos grita que está ahí y que aunque a veces nos olvidemos de ella, caigamos en la inercia del tiempo y parezca eterna…
es más corta de lo que parece.