miércoles, 29 de agosto de 2018

Huertos de vida

¿Cuándo fue la última vez que pudiste comer algo cosechado por ti?
Actualmente, es cada vez más difícil que en las ciudades podamos tener la satisfacción de vivir todo el proceso que requiere una planta hasta convertirse en potencial alimento, la mayoría de las veces las frutas, verduras, hortalizas y otras hierbas, van de los mercados a nuestras bocas y no tenemos certeza de la cantidad de pesticidas que se utilizaron para combatir las plagas, ni de los nutrientes que aún conservan nuestros alimentos después de un tiempo de haberse separado de sus ramas; entre modificaciones genéticas y procesos masivos de producción, nos llegan frutas y verduras que parecen "perfectas" aunque estén llenas de imperfecciones que no se miran a primera vista. Además de esto, por falta de práctica y conocimiento, se están desperdiciando espacios que podrían servir para aumentar las producciones sustentables, orgánicas y justas.
En medio de esta situación, se están abriendo opciones para que podamos acercarnos al maravilloso mundo de los cultivos en pequeñas cantidades y dentro de espacios citadinos, tales como los huertos urbanos; yo hace unas semanas tuve la fortuna de participar en una experiencia de aprendizaje sobre este tema, que me permitió comenzar a conectarme más con la naturaleza, esto sucedió en el taller Cultiva que se lleva a cabo al menos dos veces al año en la Universidad CENTRO.
En este taller, Vicencio, quien lleva muchos años de experiencia en cuestiones de cultivos tradicionales, nos compartió junto con su equipo, muchos de sus conocimientos y sentir-pensares sobre el reino vegetal, en especial sobre hortalizas. 
Con mucha paciencia y sabiduría, Vic nos acompañó durante 4 sesiones en las que conocimos procesos de germinación, preparación del sustrato, control de plagas y enfermedades, cuidados generales del huerto, transplante, compostaje, cosecha y otras dudas que surgían en el grupo de personas curiosas que escuchamos atentas las explicaciones y ejemplos, las cuales hemos podido poner en práctica en nuestros maceteros y ver el crecimiento de lechugas, cebollines, coliflores, brócolis, entre otros.

En este taller aprendí que con tierra nutritiva, suficiente sol, cariños, agua, constancia, paciencia y con una mirada capaz de no solo ver, sino observar a los seres vivos que nos rodean, es posible "hacer nacer" distintas especies que podamos utilizar en nuestros platillos u otras preparaciones, también aprendí que cada semilla tiene sus procesos de crecimiento, que algunas están dormidas y requieren más tiempo para despertar, así como que hay semillas que prefieren ver antes la luz que otras y que es necesario germinarlas a tiempo para que no se pudran. También pude darme cuenta de que las plantas también hablan y hay que saber escuchar. 
Todo esto me recordó a procesos pedagógicos, en los que se necesita observar, escuchar, dialogar, reconocer que el crecimiento es único en cada ser vivo  y requiere compromiso para generar condiciones para cuidar la vida.
Celebro que en CENTRO existan estos espacios de aprendizaje comunitario en los que se compartan saberes que reverdezcan conciencias y posibiliten que más personas podamos vivir nuestro derecho y deber a cultivar y cultivarnos.

martes, 14 de agosto de 2018

Guerrero contagioso

Me salen las primeras lágrimas al ver en pantalla a un niño hermoso con ojos curiosos que es llamado "el nuevo buscador de cuerpos" por un joven con ojeras enormes que lleva años buscando a su hermano desaparecido. 

El niño recibe con orgullo ese nombramiento sin tener muy claro a lo que se refiere , agacha la cabeza y en la siguiente escena se observan otras pequeñas que ya distinguen de qué parte del cuerpo son los huesos que se encontraron en el cerro.
Este documental de Guerrero , nos recuerda que todo nuestro país esta lleno de fosas en las que se van desintegrando vidas, no solo las que ha arrancado el narco-gobierno, sino las de quienes aun con vida buscan a sus familiares, resisten, se organizan en policías comunitarias para buscar justicia por su cuenta porque saben que no puede haber paz sin justicia . Se defienden con sus cuerpos, con vidas que se pierden; como la de Toño, que quedó en manos de quienes le han hecho tanto daño al pueblo como dice Mario por seguir órdenes: los policías, sin darse cuenta de que también son pueblo. 


Y así es como el mal gobierno sale ganando, enfrentando a hermanos, unos por ser policías del estado, otros por ser policías comunitarias, e incluso entre las comunitarias hay enfrentamientos y en eso consiste la política en ciertas partes, dividir para vencer.
Sin embargo varias mujeres se oponen a esos enfrentamientos y son capaces de identificar que haciéndose daño entre hermanos no están luchando contra el verdadero enemigo.

Este documental nos invita a reflexionar sobre eso, ¿quienes son los enemigos de la vida? ¿qué lleva a un ser humano a quemar a otro, a negociar con vidas, a desechar cuerpos?


Mario dice que su principal enemigo es el tiempo, pues mientras más pasa, menos esperanza queda para encontrar a sus familiares, sobre todo porque los supuestas Instituciones no ayudan casi nada, al contrario, muchas veces entorpecen las búsquedas y con ello se apaga el poco brillo que aun tienen los ojos de los papas y mamás de los 43 , quienes no se rinden y son un fuego que se expandió y ha permitido que muchos despierten. 



Las calles de Tlapa están llenas de imágenes de desaparecidos y de gritos que invitan a luchar; “no votes, organízate “ se lee en varias paredes. 
Porque es lo único que nos queda, como dicen los zapatistas :organizar la rabia.



En muchos pueblos de Guerrero dicen que no tienen dinero, pero tienen consciencia y actualmente eso es lo que va a permitir que cada vez menos niños y niñas crezcan con la mirada perdida, buscando, creyendo que es normal saber identificar el olor a cadaver quemado. 


Los cuerpos no se hicieron para quemarse en el olvido y la impunidad, el ser humano no se hizo para odiar, por eso, a pesar de todo, Guerrero es un estado con una belleza que se refleja en muchas personas que siguen buscando, con rabia, pero sobre todo con un amor por la vida que ojalá, ojalá se contagie.

lunes, 4 de junio de 2018

Día internacional del juego 2018

El sol no impidió que alrededor de mil personas formáramos parte del festejo del Día Internacional del Juego 2018, el cual la Fundación México Juega realizó en la Casa Frisac, dentro del centro de Tlalpan.
40 voluntarios y voluntarias formaron parte del la ola lúdica, cada uno decidió poner su tiempo, su cuerpo y sus corazones a la orden del juego.
Juegos gigantes como las damas chinas, el boliche, el dominó, los rompecabezas, serpientes y escaleras y muchos más, se distribuyeron por todo un camino que conducía a la Ludoteca, en donde familias enteras descubrían que para el juego no hay edad y que siempre es un buen día para aprender algo nuevo.
Me tocó ver como un niño de 8 años aprendía a mover sus dedos para aventar su canica o ser partícipe del momento en el que una niña, por primera vez en su vida jugó dominó, también pude presenciar cuando otra pequeña gritaba fuertemente cuando en su cartón aparecían las figuras de la lotería y adultos que pasaron horas sumando puntos en los olvidados baleros, presencié también cuando una mamá disfrutaba cómo su bebé ensamblaba figuras y me conmoví con el brillo de los ojos de una niña con síndrome de down al aventar una pelotita y ser capaz de cacharla.
Seguramente quienes jugaron ayer, tendrán en su memoria muchos otros momentos que los pongan contentos, pues esa es una de las virtudes más importantes que tiene jugar.
Agradezco un año más de defender este derecho y reconozco que cada vez me doy más cuenta de la falta que hace que en este país haya más espacios públicos en los que se pueda jugar de manera digna.
Ayer pude ver niños, niñas, adultos, jóvenes, pero más que eso, pude ver personas que se igualaban al compartir, aprender, divertirse y mantener su energía vital con la magia del juego.

jueves, 31 de mayo de 2018

amar es de valientes y casarse también

Hicimos 8 horas de camino, como si fuera procesión, para llegar a una hermosa ceremonia Maya, el primer acto de 3 que formaron parte de una serie de eventos de compromiso y cariño entre mi hermanito Diego y mi nueva hermanita Lety, eventos que se realizaron entre el 25 y 26 de mayo, quienes, junto con sus familias llevaron a cabo uno de sus primeros grandes y colectivos proyectos juntos: su bodorrio.
Este ritual muy bello, que debido al retraso que provocó el accidente en la carretera tuvo que llevarse a cabo en la noche, estuvo lleno de simbolismos, olor a copal, emociones desbordadas y una luna y estrellas que apoyaron en el esfuerzo de la pareja de sacerdotes mayas para llevar a cabo esta unión de amor.
Al siguiente día, nos pusimos más guapos y guapas que de costumbre y nos dirigimos a Jardines de México, esta vez para la celebración de la boda católica y civil.
Ya ahí, el calorcito nos recordó que nuestro cuerpo está hecho 60% de agua que salía de nuestros poros, mientras el paisaje nos decía que, si existe el paraíso, sin duda es un jardín.
La misa duró su ratito seguida de una sencilla y bella boda civil que complementó bien y cerró la serie de eventos protocolarios con broche de oro; con un beso del marido y la mujer que decidieron libremente unirse con todas las de la ley.
El brindis en la salita lounge fue el aperitivo para el salón, hermosamente decorado y lleno de tantas personas que han formado parte de la historia de Diego y Lety de diferentes maneras.
El festín ya comenzaba con platillos variados, fotografías, mucho baile y emociones de esas que las diferentes clases sociales y culturas han decidido canalizar casi siempre en rituales colectivos.
Diego y Lety iban y venían, sonriendo, abrazando, riendo con algunos borrachitos y bailarines que dejaron todo en la pista.
Llegó la hora del ramo, de la liga, del pastel, de los chilaquiles y de los mariachis, de la mesa de dulces y de todo aquello que se ofrece como agradecimiento o como muestra de la abundancia que se busca que siga en su vida de esposos, fue boda maratónica de casi 14 horas, un evento que queda en mi memoria atesorado como un día que agradezco mucho pues puede ver a mi hermano hacer un compromiso con el amor de su vida, estando de testigos familiares, amistades, primos y primas que llegaron de lejos, amigos de la infancia de ambos, sus compañeros del trabajo, seres queridos y un gran etcétera de quienes pudieron formar parte de este momento histórico en el que un gran amor se festejó y una parte de la historia de Diego y Lety comienza.
 Los conocedores dicen que el matrimonio no es fácil, ¿y cómo lo va a ser? si amar es de valientes, casarse aún más....
¡Qué vivan los esposos, qué vivan las fiestas, qué viva el amor!

lunes, 23 de abril de 2018

Impresiones imprecisas después del primer debate (elecciones presidenciales México 2018)




Después del primer debate presidencial me dan ganas de debatir y tantitas de llorar, aunque también reí mucho (de pena ajena sobre todo), bueno el caso es que tengo varios sentimientos democráticos encontrados o mejor dicho, medio perdidos, por eso quiero escribir, a ver si con eso se acomodan.
Primero debo confesar que hasta ahora no he leído mucho sobre las propuestas de cada uno de los candidatos y candidata, tenía la esperanza de que al escucharles ayer, me pudiera enterar mejor, pero eso no sucedió, entonces ya tengo un primer sentimiento identificado : decepción; y una primera tarea, ponerme a leer sus proyectos y también tengo una propuesta: que exista en todas las oficinas de gobierno, un muro de propuestas o algo por el estilo en el que sea posible que todos y todas, nos podamos enterar. 
Segundo, me di cuenta de que, aunque es un gran avance que se realicen debates y que estemos pendientes de ellos, tiene que haber un avance en cuanto al formato de los mismos que ponen mucho énfasis en las personas y poco en los proyectos y que no dan tiempo suficiente para que realmente se dé un debate; para mi gusto, habría que pensar en reglas que no permitan que la mayor parte del tiempo se vaya en que los candidatos se ataquen unos a los otros, lo que me hizo tener un constante sentimiento de frustración pues por un momento me pareció que estaba viendo las luchas libres, pero aburridas.
Otra situación que sentí es que cada candidato, a su estilo, por lo menos dijo una cosa inteligente,  (aunque también todxs dijeron mucha estupidez, unos más que otrxs) el problema es que no parecía que se escucharan y eso me apanicó, pues no imagino tener un presidente que no sea capaz de escuchar, ni a las moderadoras (que hasta eso lo hicieron bien) ni a sus compañeros de debate, pues mucho menos escucharán a quienes los elijamos en esa posición.
La preocupación es el sentimiento que tuve más presente en todo el debate, preocupación de ver el narcisismo de cada unx, la preocupación de que cada unx utiliza la mentira y manipulación para sentir que tiene poder, la preocupación de que ninguno de los presentes, realmente sea algo "nuevo" y "refrescante" para este país al que le urge que lleguen proyectos congruentes, sinceros, bien armados (pero para quitar las armas) y planteados más allá de un sexenio, estoy preocupada porque no veo cómo podremos avanzar en nuestra democracia que se parece más a un reality show en el que los memes son lo único que reconforta nuestros corazoncitos, pues nos recuerdan que quienes son "políticos de profesión", también son seres humanos, no tan alejados de quienes somos nosotros, aunque a veces no lo parezcan y su comportamiento sea más de "monigotes" con discos grabados (y rayados), a quienes a veces parece que se les ha olvidado reconocer sus errores, presentarse como imperfectos, con historias contradictorias, con miedos, con fracasos.
En fin, el debate me dejó con un mal sabor de boca, pero con ganas de platicar y seguir pensando en qué tipo de gobierno queremos, más allá del presidente, cómo pensamos entrarle las y los ciudadanos a la construcción, exigencia y transformación de las condiciones de vida tan complejas, desiguales, violentas, injustas que exigen cambios de fondo en nuestras formas de vida, en nuestras relaciones, en la educación que permita que seamos sociedades en paz.
Sí, un buen presidente puede ayudar y guiar y, sí tenemos que salir a votar, lo más informados posible, pero también, es necesario seguir abriendo la conversación, hasta que un día logremos que la elección presidencial sea un simple trámite en el país en el que ya quepamos todxs de manera digna, creo que se van dando algunos pasos y me quedo poquito contenta (aunque falte mucho por hacer y falte, por ejemplo Marichuy en los debates), pues he sentido que muchas personas queremos entrarle, aunque no sepamos ni cómo, ni con quién, al menos ya sabemos para qué y en las redes y en las reuniones vamos platicando de nuestras posturas políticas, ojalá este proceso electoral sea otro más de los despertares que todas las culturas necesitan para pensarse a sí mismas. 

Tomemos postura, pero no por las personas que quieren ser presidentes, sino por las ideas que mejor le harían a este país. Está difícil, pero no dejemos de intentarlo.




Y bueno es necesario que logremos cambiar desde lo más profundo, pero para ello hay que tener claro que: 


Así, tachando el No, pues es urgente hablar, debatir de verdad.

viernes, 9 de marzo de 2018

No decidí ser mujer?

El 8 de marzo mi madre y yo llegamos juntas a la marcha a encontrarnos con el contingente violeta sobre Reforma, se enchinó nuestra piel al escuchar las primeras consignas : ¡Mujer, hermana, si pega no te ama! seguido comenzaron unos aullidos a resonar en nuestros oídos, aullamos también, las vibraciones de nuestra voz se sentían diferentes. 
La siguiente consigna fue ¡Verga violadora, a la licuadora! no pude evitar que me diera un poco de risa, sobre todo porque era la primera vez que escuchaba esas palabras "altisonantes" con mi madre a lado, nos miramos y gritamos igual, desde adentro, con coraje sólo de imaginar a las mujeres que han sido violadas. De pronto mi madre dijo ¡sí! ¡con cuchillo eléctrico hay que cortársela a los cabrones! nos reímos, pero la risa no quita lo indignadas. 

 





Seguíamos avanzando, miramos niños en carriolas con letreros hechos por ellos que pedían calles seguras para caminar con sus mamitas, vimos señoras levantando escobas de brujas, mujeres jóvenes sin playera y con poesía escrita en sus cuerpos, hombres con sus hijas saltando al grito de ¡el que no brinque es macho! o ¡Con falda o pantalón respétame cabrón! Aunque era una marcha de mujeres, también los hombres estuvieron y están presentes pues es más que obvio que el feminismo y la de-construcción nos toca a todos y todas. (Aquí una buena reflexión al respecto)

En las banquetas había personas curiosas, otras indiferentes mirando desde sus comercios cerrados a los que gritamos: ¡Señor, señora, no sea indiferente, se mata a las mujeres en la cara de la gente! También vimos mujeres vendiendo, pidiendo dinero en las calles o bendiciéndonos por el perdón de nuestros pecados; con más razón gritábamos fuerte ¡abortar, abortar el sistema patriarcal! seguido de la ¡Alerta feminista por Ámerica Latina! y el ¡Noooo, te dije que no...pendejo no...mi cuerpo es mío, yo decido, tengo autonomía, yo soy mía..! 

Éramos muchas levantando nuestras pancartas con peticiones, con reflexiones, con vulvas, con imágenes de desaparecidas, con cifras de asesinadas. 
Llegamos a la plancha del zócalo al grito de ¡ni una más, ni una más, ni una asesinada más! se me volvió a enchinar la piel sólo de tomar conciencia de que de alguna forma las que pudimos marchar, somos las que seguimos vivas, abracé a mi madre pensando que ojalá eso no fuera una victoria y ojalá eso no me diera algo de miedo, pero el miedo se hizo menor al sentirme acompañada, por mi madre, por conocidas que nos encontramos y por desconocidas con las que nuestras voces se hacían más fuertes y de alguna manera nuestros corazones también.
Varias cosas pasan por mi sentipensar:
No decidí ser mujer.
Pero he podido decidir por ejemplo: jugar fútbol, manejar un auto, votar, con qué pareja estar o qué carrera estudiar.
También he podido usar pantalones, condones y conocer sobre mi sexualidad.
No decidí ser mujer y temer ser violada o matada, víctima de trata o maltratada.
No decidí ser mujer, pero me siento contenta de lo que soy y sé que mucho de eso, ha sido consecuencia de muchas otras mujeres que decidieron antes que yo luchar por una vida mejor para nosotras y que lo siguen haciendo; mujeres migrantes, mujeres indígenas, mujeres prostitutas, mujeres trabajadoras, mujeres de todas las clases sociales.
Por ellas estoy agradecida y convencida de que nos toca seguir luchando, pues desafortunadamente no vamos ni a la mitad del camino para conseguir que se respete nuestra vida sin violencia y con dignidad (aquí un espeluznante análisis)
 ¿Cómo luchar? no tengo una sola respuesta, pero ayer en la marcha y cada día rodeada de mujeres inteligentes, fuertes y valientes en mi vida, confirmé que sólo podremos hacerlo juntas.




lunes, 15 de enero de 2018

¿Cuál es tu estructura espiritual ?


Escuchar con esta canción de fondo Analyse- The Cranberries

¿Cómo construimos nuestra vida espiritual? Hace un tiempo no tenía muy claro siquiera a que se referían cuando hablaban del espíritu... a veces lo sentía tan intangible, tan lejano, sin embargo debo aceptar que durante el año pasado comprendí un poco más de qué se trata.
(Para ponerlo metafóricamente, creo que tiene que ver con las estructuras que detienen a nuestro edificio interno y que se muestran en ciertas acciones que elegimos.) 

Con diferentes acontecimientos, he ido reflexionando a cerca de la importancia de que como seres humanos, nos conectemos (y construyamos esas estructuras) tomando en cuenta no sólo lo vivo y visible o tangible, sino las energías, emociones, cuestiones inexplicables y que van más allá de nuestro entendimiento meramente racional.
Cada persona tiene sus maneras de explicarse el mundo y en muchos casos para eso se inventaron las religiones , las cuales sin duda dan muchas estructuras tanto sociales como políticas y tienen formas muy claras de concebir lo que somos y lo que nos rodea, sin embargo yo aún no logro identificarme por completo con una sola religión y sus rituales, prohibiciones, culpas, teorías y maneras de relacionarse y de distribuir roles; quizá sea por eso que sienta que mi vida espiritual no deja de construirse (ni quiero que deje de hacerlo) pues el hecho de poder elegir constantemente mis propias maneras de conectarme con lo que me rodea y con quienes forman parte de mi vida: es algo emocionante. 

Mientras hago un recuento de algunas cosas que me sucedieron en el 2017, tales como salirme de casa de mis papás, dar pasos importantes con mi pareja, enfrentar nuevas responsabilidades profesionales, vivir un terremoto y un accidente, convivir con más frecuencia con mi soledad, conocerme más viajando, entre otras cosas, me doy cuenta de que construir una vida espiritual, consiste en enfrentarnos constantemente con nosotros mismos y hacernos varias preguntas sobre cómo queremos vivir, qué pensamientos queremos que sean los recurrentes, qué compañías vamos a llamar, cómo cuidaremos de nuestros cuerpos, qué  rituales y tradiciones queremos repetir para buscar las conexiones con aquello que nos causa paz y/o curiosidad y sobretodo, en dónde y para qué utilizaremos nuestra energía de vida (nuestro Eros, como lo mencionamos en el proyecto de Lectura de la Realidad en el aula), todo esto, puede ir construyendo nuestras creencias y verdades. En pocas palabras, considero que construir nuestros espíritus tiene que ver con cuestionarse y posicionarse, algo nada sencillo en la actualidad, pero urgente. Nada sencillo pues implica alejarse de tantas distracciones que nos rodean como la televisión (netflix y esas cosas) las redes sociales que ponen tanto énfasis en la imagen y apariencia, la publicidad que nos quiere decir cómo ser, entre otras cosas que más que permitirnos preguntarle a la vida, nos dan respuestas, externas, falsas...

Cada pregunta que nos hagamos a cerca de la vida, su belleza, sus dolores, sus coincidencias, su trascendencia, su significado y lo que sea que nos inquiete, se puede ir respondiendo conforme nos atrevamos a darnos tiempo para encontrar nuestras propias respuestas, tal vez analizando nuestras historias familiares y personales, o quizá conforme nos identifiquemos en colectivo; algunas veces también nos pueden llegar respuestas al enfrentar miedos, experimentar amores o soltarnos de lo que conocemos y/o de lo que se nos ha impuesto como Verdad.
Por lo poco que he aprendido, todo esto no sucede en poco tiempo ni de manera definitiva, y mucho menos sucede de manera automática; en el mejor de los casos, sucede con calma, a veces la propia vida nos obliga a agarrarnos de alguna creencia (o utilizando mi metáfora, elegir esa creencia como ladrillo para nuestra construcción) , pero esa misma certeza, un momento después se desmorona, en ocasiones sustituyéndose con nuevas ideas o sensaciones.

La construcción de nuestros espíritus pienso que debe ser siempre un proceso inacabado, aunque debo decir que si logramos dejar algunas cosas claras y explicárnoslas a nosotros/as mismas, es decir, si logramos posicionarnos ante lo que la vida nos pone y poco a poco ir construyendo nuestras estructuras espirituales cada vez más cerca de quienes queremos ser,  será más sencillo enfrentarnos a la incertidumbre de la vida cotidiana, siempre tomando en cuenta que es importante mantenernos receptivas, atentas y abiertas a nuevas construcciones, pues así cuando la vida nos sacuda, podremos ser capaces de construir nuevos cimientos.

El espíritu es un terreno fértil y a veces escurridizo, sin embargo he aprendido que también es menos intangible de lo que pensaba, pues de repente lo puedo ver y sentir lleno, a veces al dar un abrazo a alguien que quiero, encender una vela por alguien que ya no está, mirar a una niña sonriendo o darme un tiempo para agradecer lo que tengo y soy, así es como me doy cuenta de que mi construcción ya tiene algunos ladrillos fijos que quizá algunas religiones también prediquen y que tienen que ver con la empatía, la gratitud, el amor, la memoria... espero seguir descubriendo y moldeando otros más, por lo pronto también los espíritus pueden llenarse, por ejemplo, con canciones, recuerdos, con besos o al cultivar algo que plantaste ¿Con qué más?