lunes, 4 de junio de 2018

Día internacional del juego 2018

El sol no impidió que alrededor de mil personas formáramos parte del festejo del Día Internacional del Juego 2018, el cual la Fundación México Juega realizó en la Casa Frisac, dentro del centro de Tlalpan.
40 voluntarios y voluntarias formaron parte del la ola lúdica, cada uno decidió poner su tiempo, su cuerpo y sus corazones a la orden del juego.
Juegos gigantes como las damas chinas, el boliche, el dominó, los rompecabezas, serpientes y escaleras y muchos más, se distribuyeron por todo un camino que conducía a la Ludoteca, en donde familias enteras descubrían que para el juego no hay edad y que siempre es un buen día para aprender algo nuevo.
Me tocó ver como un niño de 8 años aprendía a mover sus dedos para aventar su canica o ser partícipe del momento en el que una niña, por primera vez en su vida jugó dominó, también pude presenciar cuando otra pequeña gritaba fuertemente cuando en su cartón aparecían las figuras de la lotería y adultos que pasaron horas sumando puntos en los olvidados baleros, presencié también cuando una mamá disfrutaba cómo su bebé ensamblaba figuras y me conmoví con el brillo de los ojos de una niña con síndrome de down al aventar una pelotita y ser capaz de cacharla.
Seguramente quienes jugaron ayer, tendrán en su memoria muchos otros momentos que los pongan contentos, pues esa es una de las virtudes más importantes que tiene jugar.
Agradezco un año más de defender este derecho y reconozco que cada vez me doy más cuenta de la falta que hace que en este país haya más espacios públicos en los que se pueda jugar de manera digna.
Ayer pude ver niños, niñas, adultos, jóvenes, pero más que eso, pude ver personas que se igualaban al compartir, aprender, divertirse y mantener su energía vital con la magia del juego.