domingo, 30 de octubre de 2022

Deseo que en tu vida siempre haya momentos en los que sientes que crece tu corazón

 Ya se está terminando octubre, aunque para mí , este mes se combinó con septiembre, fue como un panque marmoleado en donde de chocolate me supieron algunos momentos y de vainilla otros, entre México y Alemania.

Cada mordida me ha sabido delicioso, 

por ejemplo ese beso en la frente calientita de mi sobrina que todavía huele hermoso en mis recuerdos.

O ese destello que brilla en mi ojos al ver a mi papá soplando las velas de su cumpleaños.

Se me ha quedado también impregnado en mis manos el olor de los tacos que me eché con mi mamá y que me supieron a un reencuentro que ya quiero que se vuelva costumbre.

Otra mordida fue saboreada al momento de comer esquites, que estaban medio podridos, sin embargo al reír y sentir que se frenaba el tiempo en la compañía de mi hermano y cuñada, el queso rancio era lo de menos.

En mis oídos aún suena la risa de mi tía Paty que desbordó de alegría al conocer a María, ay María, qué bello que rimas con alegría.

Y hablando de alegrías, mi yaya me dio una muy grande al cocinar ñoquis, ella tiene esa gran capacidad de que pueda olvidarme de todos los problemas con sus platillos y bolillos

Entre esos sabores únicos de esta visita a mi tierra natal, estuvieron mis encuentros con amigas queridas, con  algunas pude bailar en una boda llena de amor,
con otras encontrarme espontáneamente y comer algo rico, platicar, brindar y por supuesto reír...
con todas tuve la fortuna de sentir como si se me recargaran las baterías.

Esa recarga me ha durado bastante y sospecho que en gran parte fue porque me traje cargadora y cargador a Berlín y su presencia acá, sus miradas, sus cariños, su inteligencia y escucha, aún vibran en varios rincones.

Y creo que eso son los recuerdos, como vibraciones en nuestros rincones de la mente y el corazón, que a veces, al mover ciertas cuerdas, le ponen música a nuestros días.

Septioctubre me ha permitido entender que esas cuerdas, que pensaba que sólo sonaban en México, también suenan en Berlín, pues se conectan fácilmente y sin adaptador a las corrientes de acá.

Me quedó claro al estar con Ana y Mariana en la sala de mi hogar y llenarme de confianza con su presencia, es como si cada visita de México, hiciera un nudo en las cuerdas del tejido sonoro, canción, obra o lo que sea de lo que estoy haciendo entre aquí y allá.

Y entonces con las amistades de acá, y la familia de acá, he comprendido que no es que estoy partida entre allá y acá, sino que la orquesta continúa y se mejora con sonidos contrastantes que permite este suelo, este cielo, y sobre todo esta relación tan hermosa que he podido construir con la pareja que elegí.

A poco más de un año desde que nos mudamos para acá, debo decir que he crecido muuuucho y que a veces ha sido doloroso y cuando llega ese dolor, me basta con verlo, abrazarlo, escucharlo para poder conectar con otras emociones; 

como las que me causa ver nuestro hogar acá, probar los platillos que hemos inventado, sentir la cama que construimos con nuestras manos, asomarme al balcón con nuestras plantas, andar en bici o de noche con tranquilidad, abrazar a alguien de su familia (ahora mi familia de acá), que me entiendan en otro idioma y un gran etcétera que solo me ha mostrado que mi corazón, se ha hecho más grande y más fuerte y más agradecido al vivir entre dos países.

Deseo que en sus vidas siempre haya momentos en los que sienten que crece su corazón.

También deseo que haya más lagos en sus vidas y muchas oportunidades para caminar a la orilla, con buena compañía.



viernes, 2 de septiembre de 2022

MAgo..sto con M de María

 Pasó otro mes y llegó una nueva persona a nuestra familia.

¡Ya soy tía!

Y sí, se llama María y la voy a conocer pronto, por suerte. 

Llegó a los pocos días de que falleciera mi tía Mary en Argentina y como dice mi sabia prima, a veces unxos se van para dejar espacio a los demás, lo bueno es que nuestro corazón no sabe de espacios y por eso no se llena, aunque a veces parece que están llenos de felicidad, por ejemplo. Nuestros corazones son refugios infinitos.

Agosto me llevó al Harz y allí entendí por qué existen los cuentos de los hermanos Grimm, por supuesto, los bosques, sus criaturas, la belleza, la naturaleza, la magia. Que bueno que el nombre de María empieza con la misma letra que magia y que mujer y que mariposa. 


Y que lindo que recién este mes pude conocer y cuidar a una niña, que se llama Mía y desborda energía, inteligencia, emociones encontradas todo el tiempo. Los niños saben muy bien lo que es sentir alegría cuando ven una jirafa, pero también tristeza por su encierro y aún así disfrutarla. Quiero saber qué disfrutará María.

Así es como me siento a veces en Berlín, feliz-triste. Y poco a poco voy descubriendo por qué y cómo puedo prestar más atención a lo que me da fuerza y ​​no tanto a lo que me la quita.

Es curioso como van creciendo mis identidades y se me van añadiendo títulos como este nuevo de "tía" (que ya tenía un poco en España -tukutunps-): hija, amiga, hermana, colega, trabajadora, novia, esposa, migrante, paciente, estudiante, pareja, nieta, visitante, etc... y somos un continuum,  que se busca y a veces se refugia en modos de ser. ¿Qué son los refugios?

Y luego pienso en mi abuelo paterno que huyó de la Guerra Civil Española y el título: "refugiado" lo marcó toda su vida - ¿Realmente México fue un refugio para él?

Y luego pienso en las chicas "refugiadas" con las que comencé a trabajar este mes; todo un reto, entre los alemanes, los diversos grupos, las distancias y la cruel realidad.
Ojalá, sobre todo, podamos al menos ofrecerles espacios seguros, porque ese título de "refugiados" a veces parece más de "expulsadas", hasta que las sociedades, en especial los gobiernos, logren condiciones de dignidad, de paz, esperanza en el futuro que desde lo que pude ver, no estamos tan cerca de eso.

malditas guerras

Aunque es irónico que sin ellas yo no existiría.

Ni María.

Y hoy aquí estamos, en este mundo caótico, en el que buscamos refugio, que a veces son personas y otras lugares, muchas veces recuerdos, otras sabores, canciones, escritos. ¿Cuál es tu refugio?

A veces siento que lo que escribo es mi refugio, 

ese lugar en el que me deposito, para volver a mí.

Al final, "somos nuestro propio refugio": 

Me repito mascando un alfajor, que encontré hace un par de semanas en una tienda latina y que fue un pasaje a mi infancia, cuando mis abuelos maternos me los traían de su tierra natal, 

Y así hablo con Andrea de niña, que probó el chocolate con dulce de leche y se olvidó de todo lo demás, viviendo el presente, con mi hermano, que ya es papá, ¿será él refugio de María como lo son los nuestros con nosotros?

¿Puede el presente ser también un refugio?

Mi abuela paterna se llama María del Refugio y entonces todo cobra sentido, claro que mi abuelo encontró refugio :)


Que el amor siempre sea uno de nuestros mejores lugares de seguridad, refugio y felicidad.







 

miércoles, 3 de agosto de 2022

Julio en Berlín

 Este mes sin duda estuvo lleno de emociones.

Empezó con el cumpleaños de mi único hermano, lo que me dio una gran nostalgia por no poder acompañarlo en su último festejo antes de ser papá, tampoco pude estar en el "Babyshower" que fue ese mismo fin de semana, pero un día después, al menos pude a distancia, presenciar cómo, después de muchos años de perseverancia; mi hermano consiguió su título universitario. 

Bendito zoom y bendita educación en línea que pudo adaptarse al estilo de vida de un futbolista que decidió que su identidad también puede ser de comunicólogo. Siempre celebro que las personas luchen porque su identidad se enriquezca de muchas maneras.

Esa semana Adrián compró duraznos en almíbar y de esa forma me quiso hacer sentir más cerca de mi otra casa, pues recordó que desde que soy pequeña, esa fruta enlatada forma parte de festejos y aunque no son mi fascinación, debo aceptar que comerlos, sí viene acompañado de un sabor a nostalgia de momentos bonitos de mi infancia.

No había tomado conciencia de la importancia de los enlatados, son como naves que guardan por mucho tiempo sabores y permiten que se transporten sin perder su esencia, en otras palabras, bendita humanidad que ha encontrado formas de conservar alimentos y bendita globalización que a veces sí ayuda con soportes emocionales. Y benditas memorias que habitan en nosotros.

Por primera vez visité el museo del futuro de Berlín "Futurium" y me hizo tener sentimientos encontrados, pues por un lado muestra realidades que no se ven muy prometedoras, pero por otro, es una invitación para que no dejemos de imaginar futuros en los que vivamos con más armonía con la naturaleza, aprendamos a reparar más que a tirar, utilicemos siempre la ciencia y la tecnología sin desconectarnos de lo verdaderamente importante y otros asuntos que me dejaron con muchas preguntas.

Este mes nos dio COVID, afortunadamente no muy fuerte, pero fue frustrante porque no pudimos vernos con personas importantes que esos días celebrarían con nosotros nuestro aniversario, los días de encierro pude nuevamente valorar la importancia de los lazos que cerca o lejos, son un sostén de cuidado y cariño.

Adrián dice que cada vez más estoy sacando a mi "andrea alemana", ojalá así sea pues me doy cuenta que para comunicarme en alemán, debo hacer otras voces, otras caras y hasta sentir de otras maneras, por lo que intento ir construyendo con paciencia esa versión de mí sin miedo y sin vergüenza. (no es fácil)

Para sacar nuevas versiones me ha ayudado siempre el "clown" y por primera vez tuve la oportunidad de presentar a mi personaje "Achú" en un evento de la embajada mexicana con niños y niñas que debían dibujar la biodiversidad de México; le eché ganas para presentarles algunos animales, texturas, sabores, olores y compartirles la importancia de conectar con nuestros sentidos y con la imaginación para crear.



Fue divertido, aunque me doy cuenta que siempre la comunicación y pedagogía con infancias es un reto; pues por más de que hablamos de jaguares, armadillos, iguanas, nopales, chocolate, chile, árboles, mares, ecosistemas y la importancia de defender lo que está vivo. Una de las niñas acabó dibujando una salchicha. 

Y bueno, mi corazón sigue contento, porque al final, una niña corrió para abrazarme de las piernas con fuerza y se paró el tiempo.

Nos debemos parecer un mucho más a ellos y ellas en su honestidad y cariño espontáneo.

Tenemos un aparato Adrián y yo que se llama "snappy" y sirve para encapsular algunos insectos y poder sacarlos sin hacerles daño, sin embargo por distraída lo usé al revés y lastimé a una abeja,
 sentí horrible.
La abeja siguió moviéndose un poco y tuve esperanza de que reviviera, por lo que la puse en la composta donde había más abejas comiendo uvas. No sé si vivió o no, pero me quedó la sensación de que le debía un entierro digno y desde mi punto de vista, la composta debería ser el único mecanismo para cerrar ciclos de vida y muerte.
         Ojalá todo lo que usáramos fuera compostable. Eso significaría que alguna vez estuvo vivo y que a su vez, dará vida después.

Este mes lloré un par de veces, a veces no tengo tan claro si es por la guerra, por extrañar mi tierra y a mi familia, por lo doloroso de aprender otro idioma o por gratitud. Tal vez es todo junto, pero ¿sería mejor que nuestro corazón viniera con lupa o mapas para poder entenderlo mejor?

Para cerrar con broche de oro este mes, tuve visitas de mi querida amiga Mariana y su familia, aunque fue una visita exprés, me sirvió para recordar que el amor también viene en forma de amistad, de pláticas, de abrazos y anécdotas, de consejos, risas, sorpresas, y recuerdos que se comparten, también a veces de dolores y llantos...

 Se terminó mi mes de aniversario, qué rápido pasó un año de casada y qué importante es seguir reflexionando sobre lo que es el amor y luchar para que nos acompañe en nuestro día a día. Y más importante aún, seguir agradeciendo que el amor bonito, llene nuestras vidas.





miércoles, 20 de julio de 2022

Un día muy mágico o de cómo entramos gratis a ver a #Coldplay

(English version below) 

"Me gustaría ir a Mexikoplatz", me dijo  mi prima mexicana-suiza que vino de visita a Berlín por un par de días.

Yo estuve de acuerdo, pues entiendo muy bien esa sensación que tenemos las personas que vivimos lejos de nuestro país de querer conocer cualquier cosa que se relacione con él. 

Entonces después de hacer deporte, nos seguimos a conocer esa plaza y planeábamos de ahí, ir al lago a aprovechar el lindo clima que No sucede siempre por estas tierras. Sin embargo nuestro plan tuvo un pequeño giro cuando al llegar a la estación del S-Bahn Mexikoplatz, me detuve por un momento porque me llamó la atención un sobre que estaba encima de las máquinas para sellar boletos, al tomarlo, me quedé petrificada cuando vi el contenido del mismo.

Mi prima y yo nos volteamos a ver con una mirada cómplice y desde ahí comenzó una montaña rusa de emociones, interpretaciones, dilemas morales.

¿Qué debíamos hacer con ese par de boletos para ver a Coldplay en un par de horas en su última fecha en Berlín?

Yo no podía creer lo que estaba pasando y revisé los boletos minuciosamente intentando encontrarle la trampa, también observé a mi alrededor para ver si no habría cámaras observándonos o una persona tratando de agarrarnos en alguna "movida". ¿Todas las personas somos así de desconfiadas cuando algo "bueno" nos sucede?

No lo sé, pero era demasiado bueno para ser verdad. Yo tenía ganas de ver a Coldplay desde México, sin embargo el concierto coincidió un día después de mi vuelo a Berlín y bueno los boletos para verlo acá, además de estar fuera de mi presupuesto porque Euros, pues volaron muy rápido, así que la posibilidad de verlo ya no estaba en mi radar, hasta que un hombre cambió mi historia.

El sobre tenía el mismo nombre que mi suegro alemán y una dirección ubicada en el pueblo de mi otro suegro alemán (que es padrastro de mi esposo), esa combinación me pareció como una señal cósmica; ya saben que los seres humanos nos buscamos explicaciones a todo y a mí en general, me gustan las explicaciones mágicas y más cuando se trataba de una de mis bandas musicales favoritas, así que eso era magic.

Con eso en mente, pero también tratando de ser cuidadosas, decidimos buscar el nombre que traían los boletos en internet y encontramos en google un teléfono, nos intentamos comunicar, pero no obtuvimos respuesta, así que decidimos que si lográbamos entrar pues era un regalo del universe

Con eso en mente nos dirigimos al Olympiastadion en ropa deportiva y cosas para ir al lago en nuestras bolsas (jaja)



, claro que también con un estómago lleno de mariposas que me recordaron la primera vez que vi a Coldplay gracias a mi querido amigo Sebastián hace más de 12 años en el Foro Sol, en donde llovieron mariposas de papel.


 Al llegar, intentando ocultar nuestro nerviosismo en la puerta, pasamos los boletos por la máquina y "pum!" que funcionan sin ningún problema, nadie nos pregunta nada y bueno lo demás ya es parte de las noches más SINPALABRAS que he tenido.

Lloré, grité, bailé, y me quedé con un gran agradecimiento porque existan bandas como ellos que tienen un compromiso inmenso con este planeta, logran mover a tantas personas con su música e iluminan a donde llegan. 


Y por supuesto que no dejo de pensar en Dieter de Oldenburg a quien le agradeceré infinitamente por habernos dado ese regalo.

Tenemos muchas hipótesis sobre lo que pudo haber pasado para que dejara los boletos en Mexikoplatz, pero nuestra explicación favorita, es que es un ser humano generoso que no pudo ir al concierto y quiso que otras personas pudieran disfrutarlo (Vielen Dank!)

Y bueno, así ya pasó a la historia ese 13 de julio de luna llena, el día del fallecimiento de Frida Kahlo en el que en Mexikoplatz sucedió algo milagroso y Coldplay nos puso a jugar y recordar que Viva la vida




English Version

"I would like to go to Mexikoplatz," said my Mexican-Swiss cousin who came to Berlin for a couple of days.


I agreed, because I understand very well the feeling that we who live far away from our country have of wanting to see anything that is related to it. 


So after doing some sport, we went on to see the square and from there we planned to go to the lake to enjoy the beautiful weather, which is not always the case in these parts. However, our plan took a slight turn when we arrived at the Mexikoplatz S-Bahn station and I stopped for a moment because I noticed an envelope on top of the ticket stamping machines, and when I picked it up, I was petrified when I saw its contents.


My cousin and I turned to look at each other with a knowing look and from there began a roller coaster of emotions, interpretations, moral dilemmas.


What should we do with that pair of tickets to see Coldplay in a couple of hours on their last date in Berlin?


I couldn't believe what was going on and checked the tickets thoroughly trying to find the catch, I also looked around to see if there wouldn't be cameras watching us or a person trying to catch us in some "move". Are all people this suspicious when something "good" happens to us?


I don't know, but it was too good to be true. I was looking forward to seeing Colplay from Mexico, but the concert coincided one day after my flight to Berlin and the tickets to see him here, besides being out of my budget because Euros, flew very fast, so the possibility of seeing him was no longer on my radar, until a man changed my story.


The envelope had the same name as my German father-in-law and an address located in the town of my other German father-in-law (who is my husband's stepfather), that combination seemed to me like a cosmic sign; you know that human beings look for explanations to everything and I generally like magical explanations and even more when it was about one of my favourite bands, so that was magic.


With that in mind, but also trying to be careful, we decided to look for the name on the tickets on the internet and we found a phone number on google, we tried to call, but we didn't get an answer, so we decided that if we could get in, it was a gift from the universe. 


With that in mind we headed to the Olympiastadion, of course also with a stomach full of butterflies that reminded me of the first time I saw Colplay thanks to my dear friend Sebastian more than 12 years ago at the Foro Sol, where it rained paper butterflies.

When we arrived, trying to hide our nervousness at the door, we passed our tickets through the machine and "bang!" they worked without any problem, nobody asked us anything and well, the rest is already part of the most "withoutwords" nights I've had.

I cried, I screamed, I danced, and I was very grateful that there are bands like them who have an immense commitment to this planet, who manage to move so many people with their music and illuminate wherever they go. 

And of course I can't stop thinking about Dieter from Oldenburg, whom I will thank infinitely for giving us that gift. (Vielen Dank!)

We have many hypotheses about what could have happened to make him leave the tickets at Mexikoplatz, but our favourite explanation is that he is a generous human being who couldn't go to the concert and wanted other people to enjoy it (Vielen Dank!).


And well, that's how that full moon July 13th went down in history, the day of Frida Kahlo's death when something miraculous happened in Mexikoplatz and Coldplay made us play and remember that Viva la vida!


Translated with www.DeepL.com/Translator (free version)


lunes, 4 de julio de 2022

Color y calor en Berlín

Junio 2022

 

Empecé a hablarles a mis plantas en alemán, ¿o será que con cualquier idioma nos podemos comunicar con ellas?

Por fin me compré una bicicleta usada o con historias, como me gusta llamarle a las cosas que son de segunda o cuarta mano. Estoy feliz pedaleando con ella por las calles de Berlín, el aire se siente muy fresco cuando la uso, las calles se ven más bonitas y los caminos se vuelven muy disfrutables; ojalá todas las ciudades nos permitieran andar en bici de forma segura.

Visité un museo con mi suegro y Adrián sobre la historia de Berlín, comí en el restaurante que dice ser el más antiguo y confirmé lo poca cosa que es cada vida humana cuando vemos hacia atrás en la historia, pero también lo grande que puede ser alguien que como Hitler, arruinó tantas vidas en tan poco tiempo, no seamos nunca como él, gracias.

Empecé a cuidar a Fritz, un pequeño de 4 años que solo habla alemán; ha sido un reto, pero me alegra que el lenguaje del juego no siempre requiera de palabras.

Por primera vez sentí Mucho calor en Berlín, es chistoso que sea tan cambiante el clima por aquí. A veces pienso que Berlín es como un adolescente que no sabe moderar su temperamento y se refleja en la volubilidad con la que cambia el clima y yo que pensaba que la Ciudad de México estaba loquita en eso; pero no, acá sí cada día es una sorpresa, con decirles que de un día a otro cambió 17 grados. Lo bueno ha sido que a falta de temblores, acá duermo en calzones con más confianza.

Fui a ver a un amigo tocar con un grupo intercultural y conocí un instrumento de Indonesia que me pareció muy bello, siempre confirmo que la música, es el lenguaje con el que es posible recordarnos que somos una especie evolucionada que no requiere guerras para estar en paz.

Hice un amigo alemán muy mayor en el "Sprach café" en el que practico alemán y me contó que él y muchas otras personas todavía tienen dolores corporales y emocionales que les dejó la guerra que vivieron en sus infancias; dice que debemos luchar mucho porque no haya más guerras en ningún lugar y que si más personas entendieran lo profundo que quedan las cicatrices, tal vez lo lograríamos.

Me junté con un grupo de mujeres que hablan español y todas tienen hijes menos yo, me contaron lo difícil que es la maternidad fuera del país de origen, pero también lo hermoso que Berlín puede ser para la crianza; así es esto ¿no se puede todo verdad?

Pienso mucho en qué factores debemos tomar en cuenta Adrián y yo para decidir dónde y cuando tener hijes, ¿alguna recomendación? Me gusta creer que llegará un día en el que algo tocará a mi cuerpo y me dirá ¡es ahora!, pero también me gusta planear todo minuciosamente, prepararnos, mentalizarme bien, leer sobre crianza, nutrición, embarazo, luego me da risa ser tan ridícula.

Fui a un paseo en río muy agradable y entendí que el primer mundo tiene más que ver con cuidar nuestros lagos, bosques, aire, etc. que con la "riqueza" de ciertas personas, ojalá lo entendieran más seguido quienes están en el "poder".

Muchos días he pensado en mi abuela y en su manera de vivir su cotidianidad a partir de los platillos que va a cocinar y entonces me queda claro que la vida también está anclada en los sabores que logramos, con quienes los compartimos y de qué manera penetra el tiempo a través de cubrir nuestras necesidades. Este mes cociné para unas visitas queridas y me salió muy rica una polenta; descubrí que hacer un platillo medio argentino, pero a base de maíz, con productos alemanes, escuchando música en inglés y complementarlo con un vino español, es una bonita forma de conjugar las nacionalidades que forman parte de lo que soy.

Las mezclas son lo que mejor sabor le da a la vida ¿no?

Ojalá eso lo entendieran quienes están en contra de las personas migrantes.

Berlín es tan multicolor, me gusta, aún con mucho calor.




lunes, 13 de junio de 2022

2° semestre de docente, qué bonito se siente

 Terminó mi segundo semestre como docente en mi querida Facultad de Filosofía y Letras. Fue algo hermoso por muchas cosas.

Para empezar, me permitió dar clases presenciales y así retomar espacios que hacía tiempo no visitaba; el gran grupo que me tocó, participó en los juegos, discusiones, presentaciones, clases virtuales, trivias, lecturas, análisis, debates en equipo, representaciones y sesiones autogestivas; siempre con gran disposición, miradas curiosas, respeto.

Pude leer además, sus biografías educativas y emocionarme con su manera de recordar su paso por la educación dentro y fuera de la escuela; también pude maravillarme con su creatividad en las intervenciones que realizaron.

Les estudiantes son una inspiración para mí y más esta generación que a pesar de todo, sigue levantándose para aprender y ser mejores día con día, teniendo claro que la colectividad nos hace más fuertes.

Como siempre es apasionante ver cómo eligen los temas a trabajar en sus proyectos.

En esta ocasión, las experiencias de Educación No Formal tuvieron que ver con los siguientes temas:

- Inserción laboral

- Infancias indígenas

- Conocimiento de la anatomía femenina

- Conocimiento de la menstruación

- Desigualdad educativa

- Valores para las infancias

- Inserción de personas sordas

- Sensibilización sobre prostitución

- Prevención del abuso infantil

- Sensibilización sobre diferencias de género

- Educación ambiental en los Dínamos

Al final, les estudiantes, a pesar de los retos, les escuché con alegría, ilusiones y confianza en que la Pedagogía en los ámbitos No Formales, tiene mucho que dar.

Me dejan feliz, emocionada y muy agradecida por lo que pudimos compartir; un semestre que me volvió a llenar  mi corazón pedagógico de esperanza y hasta un poemilla me inspiraron que les dedico y regalo:



A pesar de las desapariciones,

y cuando la noche parece que no termina

respira.

                      A pesar del dolor de quienes nos falten

y el retumbar de los quiebres de la vida

respira.

                   Con todo y las faltas de quienes amamos, 

con todo y la distancia,

con todo y el miedo, la pandemia, la desesperanza

educa 

y respira.


Porque educar es elegir una lucha

que entre miradas, sonidos, suspiros y pasión,

nutrirá tu vida, como lo hace alguien que escucha.

Como lo hacen ustedes. 

                           Como una canción.


Porque a pesar de que sientas que te quedas sin aliento,

tal vez llegará tu risa 

a recordarte que si educamos con alegría,

el aire fluirá 

como quien baila 

o como quien sigue con valentía.



sábado, 4 de junio de 2022

Mayo y yo

 Vi donde crecen los espárragos, es como si alguien los empujara desde abajo y les ayudara a mantener el equilibrio, sin ramas, sin tronco, ¿o son su propio tronco?, creo que hay que aprender de su capacidad de mantenerse de pie a pesar de los vientos en estas tierras.

Por primera vez me tocó marchar en Europa, nunca había estado cerca de tantas personas en contra de la guerra, ojalá sirviera de algo que pidamos por paz.

Fue el cumpleaños de mi pareja y le hice un pastel que quedó más o menos, por suerte él come todo con placer por no tan bueno que esté y me tiene tanta paciencia que cuando hago platillos medio gachos , solo me dice: tranquila, sí te quedó rico. Quiero aprender a sacarle sabor a cualquier momento como él.

De cumpleaños le regalaron unos discos de vinil y por primera vez bailé salsa con chanclas alemanas y calcetines, es cómodo de lo que pensaba.

Nos regalaron también una planta de chiles, la veo tan contenta en su maceta, creciendo y pienso que tal vez la vida es encontrar una buena maceta y con ella poder cambiar de sitio sin perder lo esencial.

A mi composta ya le empezaron a crecer nuevas plantas desconocidas, es emocionante como uno dispone situaciones y la vida se expresa a su manera libre y sorpresiva.

Maia, que tiene casi 3 años y es una niña a quien cuido de vez en cuando, me hizo una canción en alemán, todavía no la entiendo muy bien, pero cuando menciona mi nombre cantando me hace sentir contenta.

Vinieron Dídac, Camila, María; en un mismo mes se sintió bien recibir amistades queridas, cuando enseñas el lugar donde vives a "turistas" es como si volvieras a ver su belleza.

Fuimos a bailar salsa al aire libre , se sintió como en la buena época de Mamarumba: sudor y ritmo; se me había olvidado la condición física que se necesita para mover el bote.

Este mes sólo lloré una vez y ya no fue escuchando canciones de Abba que me recuerdan a mí mamá, fue un día cualquiera en el que me dio nostalgia la vida en general y me comí un "ZumbaPica", es decir un dulce con chilito, a veces la vida es enchilarse y seguir o por lo menos eso aprendí en México.

Organicé mi primer día Mundial del Juego y a pesar del clima con viento, lluvia y frío, se sintió bien traer un pedacito de lo que soy a estas tierras

Participé en mi primera Constelación Familiar y confirmé que las conexiones son infinitas, fuertes y la valentía nos debe acompañar para sanar.

Seguido pienso en mi abuelo español, si supiera lo bien que me ha hecho tener un pasaporte de la Unión Europea. Es molesto que el mundo sea tan selectivo.

Mayo terminó, ya veremos que trae junio, pinta muy bien.






martes, 3 de mayo de 2022

Algunas notas al volver a Berlín en Abril

Antes de irme dejé unas papas germinadas en una cubeta, al llegar les puse tierra. Van creciendo, como yo; como quien sabe sacarle lo mejor a la tierra en la que está. Por supuesto ya empecé mi composta.

Casi recién llegada de mi viaje a México me enfermé, tal vez fue COVID, o tal vez fue un poco de sentimientos encontrados atorados por extrañar personas, paisajes, comida, estudiantes de mi clase, mi perro... me dio un poco de miedo pensar cómo me iba a comunicar en caso de llegar al hospital, no lo he necesitado. He conocido nuevos remedios de acá, mi pareja me llenó de té y con descanso y algo de llanto, voy mejorando.

Mi hogar se ve diferente, logré traerme un hermoso cuadro y otras decoraciones que me traen bonitos recuerdos, estoy cocinando más, ¿algún día se acaba el antojo a elote, chocolate o tortilla azul? 

Tengo un nuevo-viejo sillón, he empezado a valorar la importancia de esos espacios para acurrucarse.

Pensé que abril ya era menos frío, pero el viento se mezcla bien con un sol que poco a poco se asoma dejando que las flores abran, por eso decidimos ya, llenar de vida nuestro balcón. 

Puse tres semillas de girasol a germinar, dos ya van creciendo, es un buen número para una principiante, es como si me quisieran decir que, experimentar cosas nuevas, me viene bien.

Empecé a hacer un catálogo de juegos y actividades lúdicas de aprendizaje, se llama "El sol en juego", algo traigo con el sol. Pero luna, no te preocupes que te sigo amando.

Estoy curiosa por vivir la primavera y el verano desde el principio, estoy esperanzada también de que mi alemán florezca cada vez mejor.
Estoy comiendo germinados de lentejas hechos por mí, como queriendo nutrirme para aprender mejor, para subir mis defensas, pero solo las de mi sistema inmunológico; no quiero estar a la defensiva aunque a veces es inevitable con el tono alemán.

Todavía no logro adaptarme bien y tengo mis dudas de si quiero vivir mucho tiempo acá, no sé si esas dudas se vayan, pero me estoy esforzando por sacar lo mejor de esta experiencia. 

A mi suegra le pedí de regalo unas "chanclas alemanas", a ver si caminar con ellas me sirve para adaptarme a estos nuevos caminos. Por el momento las encuentro todavía incómodas, ya veremos en un tiempito más.

Siempre he creído que vivir choques culturales es una de las formas más interesantes de pedagogía, sobre todo si logras también desarrollar la empatía.

Me digo a mi misma seguido que estar lejos de mi país y de tanta gente que amo, no es lo mismo que sentirme lejos, quiero lograr sentirme cerca a pesar de todo y al mismo tiempo sentirme aquí plenamente.

Un amigo me enseñó que Abril, viene del latín Aprire

                                                                                                             ¿existen recetas para abrirse?

Siempre he tenido problemas para saber qué puertas es mejor abrir y cuales otras, cerrar, pero Adrián me está ayudando con paciencia.

El otro día caminando descubrí unas cajas donde la gente pone ropa o cosas para regalarlo a quien le haga falta.

También fui a un restaurante donde trabaja una compañera del alemán, la he conocido por menos de un mes y me trató como si me conociera de toda la vida, hasta un pastelito nos regaló.
                                                                                   La solidaridad aparece cuando menos lo esperas. 

También otras personas aún lejos, se sienten cerca y me tiran lazos. Los lazos y las cuerdas, para estar cuerda, 

                                                         pero no amarrada; 

siempre me ha gustado la libertad de explorar lo grande que es el mundo , me siento privilegiada.

La locura también me gusta y cuando nazca mi sobrina, no sé si podré estar tan cerca , pero lo único que me quita esa tristeza, es pensarme como la tía medio loca, que vive en una ciudad también loca y que se sigue encontrando mientras no deja de intentar pequeñas acciones que rescaten lo más bello que somos...






domingo, 27 de marzo de 2022

Mi tatuaje o sobre dolores, autonomía, crecimiento y paz

 Una muela del juicio me quitaron unos días antes de que me hiciera mi primer tatuaje; no dejo de pensar en por qué se llamará así: muela del juicio, fantaseo pensando que hace muchos años, alguien descubrió que una parte del juicio de los seres humanos se guarda debajo de los dientes, atrás de la boca, de donde salen las palabras más profundas. Y entonces me pregunto: ¿De dónde viene nuestro "juicio"?, ¿Qué es exactamente?, ¿Qué significa perder el juicio?

Y entonces pienso en los juicios dentro de los juzgados y mi primera respuesta se relaciona con el hecho de que el juicio es nuestra capacidad de distinguir lo que es justo y lo que no; que raro que un tema tan importante no lo había analizado hasta este momento, en el cual, con dolor de muela, siento que sí he perdido algo de juicio, y ¿quien no pierde tantito (o mucho) juicio con el dolor?

Y entonces pienso que estamos en un mundo doloroso, y con falta de juicio en muchas personas que toman decisiones basadas en cosas no importantes para la mayoría, sino para un grupo pequeño privilegiado que se beneficia de las guerras, del capital, de la explotación de la naturaleza. Ojalá hubiera juicio para vender y regalar que llegara a los hombres que toman decisiones como matar, destruir, invadir, explotar, etc.; sin embargo no nos quedan más que métodos artesanales de crear nuestros propios juicios. ¿Cómo se forma el juicio?

La verdad no tengo una respuesta, pero tengo un acercamiento:  se forma cuando sabemos distinguir lo importante de lo no importante, sin duda es todo un reto y más en un sistema que nos bombardea de cosas no importantes que no permiten poner atención a las importantes.

Por eso decidí tatuarme, aunque no tenía ganas de tener más dolor, me pareció que era una buena forma de no olvidarme de lo que es importante para mí en estos momentos y que estoy casi segura que lo será hasta que me muera: la certeza de que a pesar de que el mundo tenga muchas personas sin juicio en el poder, a pesar de que las grandes empresas y gobiernos estén colapsando muchos ecosistemas, a pesar de los feminicidios, de la violencia, de las muertes de personas queridas, de la desigualdad y bueno a pesar de los muchos pesares. Siempre quiero poder mirar mi tatuaje y recordar que hay tantas cosas bellas, como las amigas que cooperaron para que me lo hiciera, como una mariposa que vuela, como una flor que nace, como el agua que hidrata, como el cielo estrellado, como una luna llena, como un abrazo de alguien amado, como el sabor de una fruta, como un atardecer, como una comunidad que se cuida entre sí, como una persona que decide hacer el bien, como cuando aprendemos algo nuevo, como la risa de una niña y un gran etcétera de "cosas" intangibles que motivan para luchar por una vida mejor.

Irónicamente los tatuajes son esa posibilidad de convertir el dolor en belleza y es un dolor elegido, además. Mientras me lo hacían, pensaba en las personas que han sentido dolor sin haberlo elegido, a quienes torturan, quienes han estado en guerras, quienes enfrentan enfermedades, quienes son víctimas de la violencia... y me sentí muy privilegiada de poder elegir mi dolor, sentí que con esa libertad pude recuperar un poco mi juicio.

También me sentí algo triste y frustrada pues me encantaría que todas las personas pudieran evitar los dolores que no merecen sentir y elegir conscientemente los que sí... tal vez  así, sería más fácil recordar lo que es importante y construir su propio juicio.

Por último, debo decir que como me recordó mi querida amiga Artemisa, los tatuajes también son medios de comunicación y muchas veces puertas para conversaciones y aquí viene el segundo acercamiento con el cual considero que se forma el juicio: con el diálogo.

Hablemos de lo que es importante para cada unx, pero sobre todo de lo que a largo plazo es importante para todxs, como el cuidado de la vida, de nuestra Tierra, de la paz que también se construye de apoco, pero en conjunto.




domingo, 9 de enero de 2022

De hogares nuevos y secretos

 Llevo poco menos de dos semanas en el departamento que estaremos habitando Adrián y yo viviendo en Berlín. 

Entre mis principales pensamientos ha estado reflexionar lo que significa construir un hogar fuera de mi "hogar natal", donde viven la mayoría de las personas que me vieron crecer, así como la comida, los olores, los climas y gran parte de los recuerdos que he construido.  

Es una sensación diferente habitar este nuevo país, en el que apenas voy descubriendo-me.

¿Qué se necesita para construir hogar?

La palabra "hogar" se relaciona con la etimología de hoguera, por lo tanto siempre me remite al fuego, a la luz, a la unión y es por ello que me gusta pensar que no siempre tiene que ver con lugares físicos, sino con la sensación de sentirse amada, en unión con otras personas y con fueguitos internos que se nutren compartiendo charlas, espacios, alimentos, recuerdos y creando intimidad. 

En muchas relaciones compartir los secretos, es parte importante de la creación de intimidad, en mi caso no había pensado en eso hasta hoy. El día en el que mi suegra nos heredó su "Sekretär" que ha estado con ella por más de 40 años.


Me parece muy hermoso que así lo llamen en alemán, es como si supieran que ahí se guardan secretos y entonces me pongo a pensar en lo que encontramos al vaciarlo para traerlo acá, que fueron desde fotos, tarjetas de agradecimiento de cuando nació Adrián, cartas, pedazos del muro de Berlín, dibujos de infancia y muchas otras cosas más que forman parte de la historia de la persona con la que me casé y de su familia. 

¿Habrá algo más íntimo que nuestras propias historias?

Esta pregunta resuena en mi cabeza mientras escribo mi primer texto en este bello mueble que ya hace parte de nuestro hogar, para mí como algo nuevo; pero para Adrián, como un mueble que lo conecta con la casa en la que creció, con los secretos de su madre y con muchos otros instantes que están en su memoria. Además, este mueble es un vehículo para imaginarme a mi suegra estudiando su licenciatura, escribiendo cartas, leyendo y superando los retos a los que se enfrentaba como mexicana recién llegada a Berlín; me gusta creer que esa es la vocación de este mueble y tal vez es por ello que llamó tanto mi atención.

Tengo la sensación de que hoy creció nuestro hogar y eso se lo agradezco a Lili por su generosidad al compartirnos este Sekretär, que junto con el cuadro que cuelga que hizo mi prima, las cartas que me traje de personas queridas en México y mis propios cuadernos de "secretos", ya forman parte de mis espacios favoritos íntimos en Berlín, es decir, de mis espacios favoritos para alimentar esa hoguera interna que nos conecta entre personas.