Un Hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.
A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana.
Y dijo que somos un mar de fueguitos.
Y dijo que somos un mar de fueguitos.
El mundo es eso- reveló- Uno montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.
No hay dos fueguitos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.
(Eduardo Galeano. El mundo- Libro de los Abrazos)
El fuego, ese "Patrimonio cultural de la humanidad" que ha alumbrado a lo largo de la historia y nos ha dado calor, nos quema, a veces nos mata, pero la mayor parte del tiempo, nos alimenta y sobretodo nos reúne.
La fogata es ese espacio de reunión en el que unos y otras nos juntamos, nos escuchamos, nos damos calor y disfrutamos de un rato en comunidad.
Esa sensación fue la que predomino estos días en El encuentro de comunidades y organizaciones sociales de los pueblos (Ecos de los Pueblos 2012) organizado por el Telar de Raíces en Tepoztlán en el que participamos alrededor de 18 organizaciones.
Por formar parte del 132 Pedagogía FFyL, Aniza nos invitó con el objetivo de incluirnos en alguna de las mesas de trabajo centrales en el Encuentro. En ellas se construyeron colectivamente proyectos para enfrentar ciertos temas.
Kika, Pablo y Yo fuimos los afortunados del Colegio en formar parte de este proceso lleno de aprendizajes. Cada uno ocupo una de las 6 mesas de trabajo: Pablo - Democracia: Participación política ciudadana. Kika-Derechos humanos: Educación digna, integral y adecuada. Yo-Patrimonio Cultural, preservación y reproducción.
Los resultados de cada mesa fueron muy variados, en el caso de la mesa en la que participé, decidimos hacer una Red Comunitaria: A-Prender Fogatas. Compartiendo haceres, comunicando saberes con el objetivo de intercambiar los conocimientos que cada organización y comunidad tiene, promoviendo una educación participativa de los interesados con un modelo de pasantías y desarrollando los mecanismos que nos permitan cumplir los objetivos de la preservación del patrimonio cultural.
Durante los 4 días que estuvimos reunidos, fue muy grato disfrutar de la buena organización del evento, saboreando las aportaciones de labores comunitarias y acariciando las luchas que se realizan a lo largo y ancho del país con diversos medios pero con fines parecidos; teniendo claro que la vida debe ser respetada y la dignidad no puede seguirse vendiendo ni pisoteando como se ha venido haciendo salvajemente en el neoliberalismo.
Actividades culturales, el Tepozteco de fondo, compartir los sueños (literalmente), los alimentos, las caminatas, las ideas, los cariños, las ceremonias prehispánicas, las estrellas, los sones, entre muchas otras cosas más,. fueron algunas cuestiones que hicieron de este espacio y tiempo algo inolvidable, agotador y esperanzador.
ECOS fue un impulso,un sonido de múltiples voces que debe multiplicar su frecuencia y llegar a todos los rincones de la Tierra, llevándolas para seguir construyendo melodías que un día se escuchen por encima de las injusticias, abusos, violencia, negocios, corrupción, etc. que han intentado callarlas.
La construcción de esas melodías que serán ecos, se verá en el trabajo de cada organización que estuvo y estará, con las aportaciones de los instrumentos con los que contamos, afinando detalles y sintonizándonos, de cualquier manera parece que ya estamos en la misma frecuencia. A frecuentarnos pues.
En otras palabras, los fueguitos ya están prendidos, sólo necesitamos seguir construyendo fogatas que resistan los intentos de algunos otros que querrán apagarlos o provocar incendios.
A-prendernos pues y crecer pero organizada-mente.
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