jueves, 16 de noviembre de 2017

Crónica de una vida anunciada



Ayer al bañarme, encontré algunos cristales en mis orejas, delicados, como la vida.
Llevaban habitando esa cavidad de mi cuerpo, poco más de 24 horas, tiempo que había transcurrido desde el choque, en el que el auto en el que íbamos, yo y el señor Ramon, chofer del Yaxi, fue impactado por otro, que según versiones de algunos testigos, se pasó un alto y venía conduciendo en estado de ebriedad. Al ver los cristales, regresaron a mí las imágenes que ya llevaban un buen rato dando vueltas en mi cabeza. Recordé el momento del impacto, en el que grité fuertemente cerrando mis ojos, sentí que todo se movía y por instantes me pareció estar dentro de un mar ahogándome, de pronto, se hizo el silencio, abrí mis ojos y noté que estábamos de cabeza, sentí un alivio al poder mover todas las partes de mi cuerpo, intenté arrastrarme hacia afuera, no pude hasta que me desabroché el cinturón de seguridad, salí a gatas por la ventana rota, escupiendo cristales y por momentos  creyendo que estaba dentro de una pesadilla.

Ya afuera, noté que un taxista y su pasaje hablaban por teléfono, nos encontrábamos en la esquina de Gabriel Mancera y División del Norte; no tardaron en llegar las patrullas, pero mientras eso sucedía, algunas personas ya bajaban de sus casas ofreciendo ayuda, Ramon seguía dentro del auto, podía escucharlo diciendo que estaba atorado con el cinturón, le comenté eso a un vecino que se acercó y rápidamente fue a su casa por un cuchillo; las muestras de solidaridad no sé por qué me hicieron sentir que no estaba soñando.
La ambulancia llegó, eran bomberos, muy amables y profesionales, nos atendieron rápidamente, mientras los policías metían al conductor que nos chocó (que intentaba huir borracho) a la patrulla; los de la ambulancia me prestaron su teléfono para avisar a mis padres de lo sucedido, pues el mío estaba dentro de mi mochila, atorada entre el asiento del auto y el suelo.
Francisco fue el que me atendió directamente a mí, escuchando mis angustias- "Iba rumbo al aeropuerto, le decía" "pero creo que ya no llegué"- me miró con una sonrisa y me dijo- no te preocupes, ese viaje no era para ti, lo importante es que ahora estés bien. - Es curiosa la vida le conté, ayer la compañera que debía acompañarme a ese viaje, también sufrió un choque. Hay cosas difíciles de explicar.
Ramón y yo esperamos un rato en la ambulancia, en lo que movían el coche para poder sacar nuestras cosas, hubo un momento de confusión en el que se decidió que yo que tenía seguro, sería trasladada a un hospital privado; con Ramón, en ese momento no supe exactamente qué paso, se bajó de la ambulancia, dijo algo de que debía llamar a shu seguro del auto, me quedé algo preocupada, los bomberos me dijeron que era muy probable que se lo llevaran a un hospital público y en calidad de detenido. A mi me llevaron al hospital que les mencioné que podía ser cubierto por mi seguro del trabajo, después me enteré que me debí haber esperado a que llegaran los otros seguros para que decidieran a que hospital trasladarme, sin embargo en ese momento, al no saber la gravedad de mis daños, los bomberos decidieron trasladarme de inmediato a donde les dije.
Ya en el hospital, me atendieron, por un momento estuve cerca de perder el conocimiento, pero no pasó de unos instantes de hablar chueco con mi novio y al ponerme el suero y el analgésico todo mejoró, pero sobretodo, mi alivio fue al ver llegar a mi mamá y mi papá, con quienes, cual niña pequeña me solté a llorar; no cabe duda que los apapachos y un buen llanto son de las mejores medicinas.
De ahí en adelante, he estado en recuperación, recordando los hechos, enfrentándolos al tener que ir al ministerio público saliendo del hospital e incluso encontrándome con el auto en resguardo afuera de la delegación; eso me impactó bastante, quedó hecho chicharrón, sobretodo del lado donde yo iba sentada y milagrosamente, yo sólo tengo un ojo morado y algunos moretones y dolores en el cuerpo y el chofer Ramón, al parecer un brazo lastimado.

Siguen las averiguaciones para encontrar al culpable del "accidente" , yo soy de la opinión de que más que accidente fue una imprudencia de alguien que decidió manejar tomado, pero bueno, esperemos se haga justicia.

Por lo pronto, me siento muy afortunada y agradecida con tantas muestras de solidaridad y cariño, que confirman que formo parte de una comunidad que me recuerda que en el ser humano hay muchas cosas dignas de admiración y que la fragilidad de la vida (que después de esto tengo aún más presente), se puede fortalecer con los ánimos de quienes nos rodean.

Después de lo vivido, sólo me queda quitarme los cristales de los oídos, mírame al espejo sonriendo, sobar mis moretones y reconocer que he crecido y que cada día tengo más ganas de gritar ¡estoy viva!





jueves, 19 de octubre de 2017

Sobre sacudidas y solidaridad

Ya un mes desde el terremoto del 19S, como le comenzamos a decir en la era de las abreviaciones, un mes que ha sido tiempo (no suficiente, pero ni modo) para que me caigan varios "veintes". Aunque sigo con muchas preguntas, algunas más tontas que otras, pero por ejemplo ¿qué ha pasado con todos los alimentos, muebles, recuerdos que se quedaron en los edificios en peligro de derrumbarse a los que nadie ha entrado? ¿cómo se recupera la sensación de hogar de quienes ya lo perdieron? ¿cuánto tiempo pasará hasta que los damnificados obtengan lo que merecen? ¿cuánto tiempo pasará hasta el siguiente desastre natural? ¿qué otros movimientos (como los registrados en Coyoacán y Tlalpan) se vendrán? En fin.... escribiré un poco de otras cosas que he estado pensando a ver si alguien se identifica de casualidad...

Debo aceptar que al momento en el que la tierra se movió, primero no creí que era verdad, como diría mi amiga Gaby, pareció una mala broma de la Tierra elegir el mismo día que el terremoto del 85, pero después me emocioné como pensando que estaba viviendo algo histórico, aunque claro que también me asusté (y comencé a respirar como embarazada en parto) sobre todo por los gritos de algunas personas del edificio en el que me encontraba (un 4° nivel en la del Valle) Hubo quien gritó, también hubo quién se quedó en estado de "shock", algunas personas no siguieron ni cerquita el protocolo y además corrieron y empujaron, porque como dice mi amiga Silvia, en momentos de peligro los animales tienen tres opciones: inmovilizarse, huir o defenderse, pero ¿cómo defendernos ante la naturaleza? Pues creo que México lo tiene muy claro, uniéndose en acciones solidarias y creo que estamos entrenados, porque nos hemos tenido que defender seguido contra nuestros propios gobiernos y lo vamos a tener que seguir haciendo; pues si bien es un alivio no haber nacido en un país con guerras (si no contamos la del narco), lo cierto es que vivir en un país con sismos, inundaciones, crímenes, tanta desigualdad y corrupción, nos invita a que intentemos sacar nuestras mejores armas cada día ¿cuáles son esas? Pues no lo tengo taaaan claro, pero admito que ver tantas casas con las puertas abiertas para las y los damnificados, familias enteras mudándose a sitios de sus conocidos, miles de cabezas con cascos y chalecos dispuestas a escarbar, cientos de autos llenos de acopio, desconocidos haciéndose amigos en las cadenas, indiferentes levantando brazos para guardar silencio y esperanza... me hace pensar que tenemos más armas positivas de lo que creemos y de lo que decimos, porque bueno, seguirán saliendo muchas anécdotas en cada conversación (porqué sí!, debemos aceptar que el terremoto será tema de por lo menos los siguientes ¿30 años?) y qué bueno, para eso sirve el movimiento desde mi punto de vista y no volveremos a ser los mismos ni las mismas y quizá pasen meses hasta que baje el dolor de quienes perdieron a alguien. 
También pasará tiempo hasta que volvamos a bañarnos con tranquilidad sin pensar en lo "gacho" que sería que nos agarrara en ese instante con nuestro cuerpo todo enjabonado.... o años hasta que se haga ley que los 19 de septiembre sean vacaciones obligatorias y debamos salir con casco a la calle o algo así...
En fin que ya comienzo poco a poco a tomar esto de manera menos negativa y más propositiva, pues creo que de eso se trata, el terremoto nos ayuda a conocernos a nosotrxs mismxs, a que se muevan energías para la reconstrucción, para la supervisión de lo que se hace con nuestros recursos y para pensar opciones que disminuyan las desgracias en nuestro territorio (¿o mejor nos vamos a vivir a otro lado? jeje) admito que a veces ganas no me faltan, pero también admito que este país me causa muchas curiosidades, inspiraciones, placeres y orgullo (aunque también a veces lo odio)  
Sin embargo cada que me subo al pesero y el que se sube desde atrás pasa su moneda de mano en mano para pagar y nadie sale de "gandalla" y hasta le regresan su cambio, recuerdo que la solidaridad anda suelta en este país y bastan algunas sacudidas para tomarla y no dejarla escapar.

martes, 25 de julio de 2017

De balones y derechos en el fútbol femenil

Hace poco que comenzaron a armarse los equipos de fútbol "femenil" y este fin de semana comenzará la Liga MX , un acontecimiento de gran importancia para el deporte de nuestro país y que es resultado de muchos años de luchas en diferentes trincheras para que se abrieran espacios para las mujeres que también quieren y pueden dominar el balón.

Si bien es cierto que ha sido un logro que los diferentes equipos de primera división se comprometieran para que mujeres de diferentes edades puedan acceder a instalaciones, uniformes, entrenadores, torneos y todo lo que implica de manera más o menos profesional; lo cierto es que aún no se está ni a la mitad del camino.

Este nuevo proyecto, pone a las mujeres en el terreno de juego, sin embargo con reglas y condiciones muy diferentes a las que tienen los hombres. Empezando por la nula existencia de derechos laborales en la mayoría de los clubes, algunas amenazas que quieren regular el comportamiento de las mujeres, para que eviten embarazos o sean "muy masculinas" .(http://www.jornada.unam.mx/2017/07/24/opinion/a04o1dep)

En fin que al parecer se abren espacios para que mujeres puedan jugar fútbol sobre todo porque así tal vez también se abre un nuevo mercado, con todo lo que implica una liga que tiene exclusividad en ciertas televisoras, patrocinadores, estadios para vender productos y una lejana esperanza de la equidad de género.

Tengo sentimientos encontrados, por un lado me hace mucha ilusión formar parte de esa generación de mujeres que hace más de 10 años soñaron con que esto sucediera y por otro me da mucha frustración e impotencia comparar, por ejemplo lo que en promedio ganan los hombres jugando fútbol, que al menos es 50 veces más de lo que estarán ganando las mujeres.

Jugadoras y entrenadoras: esto apenas empieza y más allá de la rivalidad que comenzará por portar la camiseta de cada uno de los clubes, lo que se necesita es que TODAS se unan para exigir sueldos dignos, respeto a su identidad y todos sus derechos garantizados.
Los hombres no han logrado crear, por ejemplo,  un sindicato que vea por sus intereses, pero ojalá las mujeres encuentren el mejor camino y sigan demostrando que unidas y luchando, las victorias vendrán dentro y fuera de las canchas para obtener lo que merecen.
No se trata de que los hombres en el poder dentro del fútbol decidan darles más o menos, sino que se construyan estructuras en las cuales ustedes mismas puedan decidir acerca de todos los ámbitos que las incluyan, aprovechen y sigan llevando el balón a su (nuestra) cancha.



martes, 30 de mayo de 2017

28 de Mayo, Día Internacional del Juego

Hace unos cuantos añitos escribí mi tesis con el título: Ludoteca, espacio de educación y resistencia en un mundo neoliberal, este domingo pude seguir confirmando mucho de lo que ahí apunté.

Jugar, como esa actividad que nos pone en el presente, nos hace sentir nuestros cuerpos, conectarnos con otras personas, conocer más sobre nuestras capacidades y limitaciones; jugar como esa acción que se puede hacer casi en cualquier lugar; cada vez sucede menos, sobre todo en los espacios públicos.
Sin embargo, este domingo 28 de mayo, pudimos celebrar  al juego y con ello aprovechar los encuentros, hubo familias enteras que se dejaron llevar sin preocuparse por pagar cuentas, hubo infancias que conocieron por primera vez al yoyo, al balero, a los palillos chinos, a las canicas y otras maravillas que los desconectaron por algunas horas de celulares, televisiones o videojuegos, también hubo ilusión en varias personas que por primera vez pudieron tocar y experimentar con juguetes que de otra manera sería difícil que puedan adquirir. Hubo cuenta cuentos que nos recordaron la relación entre jugar, leer, imaginar.

La ludoteca al alcance de todos y todas es un orgullo de la Fundación México Juega pues significa organizarnos entre personas (voluntarios y voluntarias) que, con su fuerza de voluntad y con un pedacito de su tiempo, hacen posible la construcción de espacios seguros, divertidos, educativos, libres.

Gracias a cada ser que hizo posible esta celebración, gracias a quienes jugaron.

Esperemos con ánimos el siguiente momento en el que podamos volver a juntarnos para jugar, para reír, para imaginar y para recordar que jugar  es vivir.

viernes, 31 de marzo de 2017

Serie : lujos de la izquierda exquisita o de cómo hacerse adulto en la del Valle



¿Cuántos arroces se debe poner en el salero para que no se humedezca la sal? ¿cuántas veces se puede usar una toalla (o la ropa) antes de lavarse? (lo más posible) ¿las ollas con comida sobrante se pueden meter al refrigerador? (a falta de tuppers) ¿qué tan peligroso es comer cosas algo "pasadas"?( a veces no hay otra opción en el refri jiji) ¿hace mucho daño tomar agua de la llave?
Estas y otras preguntas me han venido a la mente desde que dejé de vivir con mi papá y mi mamá, así como reflexiones tales como que los vasos rojos “de la peda” pueden ser tuppers, los periódicos pueden ser manteles y las cucarachas son de muchos tamaños, prender un calentador por primera vez trae pensamientos relacionados con el apocalipsis y elegir detergente es más fácil si le preguntas a los vendedores cómo lavan su ropa, los frascos de mole vacíos pueden ser vasos y las sobras, manjares. Los saleros, exprimidores y ralladores son lujos y en la escuela nos debieron enseñar a abrir botellas sin destapa corchos. Los cartones pueden ser repisas y los botes vacíos: macetas, además la primera comida que preparas (y sabe rico y es suficiente) puede ser un éxito hermoso y un sinónimo de independencia es lavar y lavar trastes y ropa y sacar y sacar basura y gastar y gastar dinero sin saber exactamente en qué (qué caro es comer decentemente).

¿Por qué salirse de casa de papá y mamá?
Esa es otra de las preguntas que me hago y aunque en mi caso tuvo que ver sobre todo con las ganas de vivir esta experiencia con mi prima, así como con el hartazgo de realizar largos traslados a mi trabajo, lo cierto es que es algo que le recomiendo a cualquier joven que tenga la posibilidad.
La "independización" ha significado poder conocer mejor qué tan tolerante soy al desorden, qué tan bien o mal puedo organizar mis tiempos para lograr hacer todas las actividades que anteriormente "me hacían" sin darme cuenta, tales como tener agua potable, ropa limpia, comida suficiente, limpieza, botes de basura no tan llenos, plantas que no se mueran, las cuentas de agua, luz, gas, mantenimiento e internet pagadas, artículos de higiene corporal y doméstica, la cama no tan enrollada por no "tenderse" y todos esos pequeños detalles que de manera cotidiana se van presentando, incluso el detalle de tener espacios dentro de la casa que sean agradables a la vista.
Todos estos aspectos me han hecho reflexionar acerca de lo que significa hacerse "adulto" y aunque todavía no lo tengo muy claro, me gusta pensar que tiene que ver con poder caminar a la hora que quieras en las calles o parques y sentirte segura, poder alimentarte de manera basta y nutritiva (aunque a veces sea muy caro), tener un hogar en el que te sientas segura y libre, tener responsabilidades pero que se complementen con libertades y placeres, poder tomar decisiones sobre tu cuerpo, tus descansos, tus espacios, tus compañías, tus tiempos, tus recursos y con ello sentir que tienes tu vida en tus manos.
Con todo esto, he llegado a la conclusión de que en países como el nuestro, ser adulto es un privilegio de quienes podemos vivir en colonias como la del Valle, que en general tiene todos los servicios (aunque hay partes ya con problemas de agua), es bastante segura, iluminada, arbolada, con banquetas decentes y transportes variados, sin embargo debería ser algo que cualquiera pudiera experimentar y no sólo quienes pertenecemos a cierta clase social; en conclusión ser adultos es cuestión de derechos que se respeten y de que sigamos buscando, exigiendo y construyendo sociedades más justas, no tengo muy claro cómo pero reconozco que un primer paso puede ser identificar aquellas cosas y formas de vida que deberían pertenecer a todxs.

jueves, 30 de marzo de 2017

Resumen de mi reciente viaje a Alemania




Ignoré recomendaciones de mi prima y no llevé audífonos, en el avión me quisieron cobrar muchos euros por unos y me negué a comprarlos, aunque algunas horas después sin dormir me arrepentí pues a mi lado unos testigos de Jehová intentaron evangelizarme y yo no contaba con esos artefactos que permiten el aislamiento social por momentos, sobreviví a tal suerte después de todo tan politeísta como siempre y con un acto fallido de querer convencer a la testiga de que la biblia sería mejor si hablara de diosas mujeres. 
Llegué a mi primer destino: Frankfurt y en un aeropuerto casi vacío me interrogaron sobre mi interés para entrar a Alemania, los motivos que me llevaron ahí y hasta me pidieron casi casi que les enseñara la invitación de mi novio para quedarme con él, después de un medio gacho interrogatorio me dejaron entrar, así iniciaban 12 días de pisar tierras germanas, frías, bellas.

Un día en Frankfurt bastó para admirar al Mein, su pintoresca arquitectura, linda catedral y puentes; desayunamos en "la sala de Amelie" y cenamos en un típico lugar con "schnitzel" y una salsa verde con papas al sartén, pudín de chocolate, vino de manzana, todo sabroso, sabroso.
Al siguiente día partimos en tren para Freiburg a encontrarme con una de mis amigas adoradas, ahí me maravillé con las callecitas de esa pequeña ciudad, su mercado, su juventud y tranquilidad que se respira, probé la "lange rote" y un ponche de frutas, estuve feliz.
Seguimos el viaje a Jena, la ciudad que tiene una de las universidades más "de izquierda" de Alemania, en la cual tuve la fortuna de pasar la noche hasta arriba de las montañas en una hermosa casa y conocer amigas y amigos que estudiaron con mi novio, interesantes, inteligentes y muy simpáticas, de regreso a Berlin, pasamos a visitar la escultura de Schiller y Goethe en Weimar, caminar por sus callejones, probar papas típicas y respirar otros aires, de una región poética.
Al fin llegamos a Berlin, ahí siguió el resto del viaje, entre cariños de otra amiga que pude ver y me llenó el corazón, con quien paseamos entre librerías, museos, bibliotecas, probamos chamorros, vinos, bailamos, reímos. Yo, enamorada, tuve un viaje inolvidable, recibí de lujo los 27 con planes sabrosos y una compañía inigualable, fue una bendición haber ido, me sentí querida, consentida, afortunada.

El vuelo de regreso estuvo más tranquilo, pude dormir y aunque corrí de terminal a terminal en Cancún, con exceso de ropa y calor para no perder el vuelo que me traería a la ciudad, llegué bien y al entrar al país en la aduana no me preguntaron nada, al contrario, la mujer del mostrador me miró con alegría en los ojos y me dijo: bienvenida; yo sólo pensé, gracias México, no pierdas nunca tu capacidad de bien- recibir a quienes llegamos.

miércoles, 22 de marzo de 2017

Memoria selectiva

La memoria es selectiva y no siempre está claro qué cosas recordamos ni por qué, lo que sí es que ahora que voy creciendo, me voy dando cuenta de que hay islas escondidas en nuestros recuerdos a las cuales se puede acceder con alguna canción que funcione como un barco que nos conduzca a esas imágenes de tiempos pasados.
Ayer en "El gusto es nuestro" tuve la oportunidad de subirme a varios barcos que me permitieron navegar entre recuerdos emocionantes.
Por un momento al escuchar los acordes de Cantares, viajé a la primaria del Colegio Madrid y pude vislumbrar a mi maestra de música Elena Feldman motivándonos para cantar más fuerte y entender hasta lo más profundo de nuestros corazones que se hace camino al andar..
otro barco que me permitió navegar entre recuerdos fue  Santa Lucía, con la cual me imaginé junto con mi hermano cantando en una carretera la letra de esta canción que a duras penas entendíamos, más adelante al escuchar Todo a pulmón, además de tener en mi cabeza la imagen de los expulsados de Big Brother (por desgracia) también pude recordar cuando fue mi graduación de sexto de primaria en un lugar para eventos llamado El Ego, evento en el cual la generación completa cantamos a coro estos versos sin tener muy claro su significado pero sintiendo unas ganas de vivir inexplicables.
Con La puerta de Alcalá de inmediato recordé cuando por primera vez la vi, estando en Madrid acompañada por mi prima y en automático me llegó esa canción y una emoción muy grande por tener la posibilidad de estar frente a tal monumento histórico y político que ve pasar el tiempo...
Hubo una serie de memorias no felices que me llegaron al escuchar por primera vez Cómo voy a olvidarme, canción que se compuso para alzar la voz en memoria de quienes fueron asesinados durante el franquismo y la guerra civil y que me hizo pensar,por un lado, en lo agradecida que estoy de la vida de que parte de mi familia haya logrado llegar a México como refugiados y por el otro, en la desgracia que es para la humanidad la pérdida de tantas vidas, entre ellas la de Sadí de Buen, hermano de mi bis abuelo.

Entre memorias, emociones, bromas, fiesta y un constante énfasis en la necesidad de que no dejemos que personajes como Donald Trump quieran intervenir en nuestra nación (ni mundo), así como en la importancia de seguir haciendo Himnos de la alegría que nos permitan ser hermanos sin importar nuestra nacionalidad o creencia; transcurrió un hermoso concierto que aglutinó a personas de diferentes edades; yo tuve la fortuna de asistir con mi mamá y mi papá, aspecto significativo , pues fue gracias a ellos que desde hace ya bastantes años ( como 20) las canciones del Gusto es Nuestro me han acompañado en mi vida y tengo muy claro que más allá de lo que mi memoria quiera guardar de lo que sucedió esta noche de concierto, lo que me gustaría recordar (y por eso lo escribo) es, a los dos adultos que más quiero, gritando y bailando felices....  y con eso sentir en el fondo de mi corazón que  Hoy puede ser un gran día y mañana también..

viernes, 6 de enero de 2017

Mi rey y mi reina mágicos

Más allá de recordar todos los momentos de emoción que pasé los días de reyes ilusionada por recibir sorpresas, escuchar, ver u oler alguno de los animales en los que se transportaban Melchor, Gaspar o Baltazar; este día de reyes quisiera recordar algunos de los regalos no materiales, más valiosos que recibí de mis reyes magos, pues el último tiempo y debido a mi búsqueda de independencia, he podido hacer un recuento de algunas de las principales cosas que agradezco de haberlos tenido de "roomies" todos estos años, han sido muchas pero por ahora describo algunas de las que me parecen más importantes (perdón si soy cursi):

Me aceptaron como soy: no se si porqué no les quedaba de otra jijii pero se acostumbraron a tener una hija como yo, acompañaron algunas de mis locuras, escuchaban mis opiniones y apoyaron mis decisiones aunque no siempre estuvieran de acuerdo.

Me consintieron: Hasta la fecha encuentran las maneras de ponerme contenta con muestras de cariño variadas, sorpresas, llamadas, letreros, comida especial, detallitos, viajes, entre otras cosas y además lo hacen de manera equitativa con mi hermano para que no haya pleito jiji

Me enseñaron la importancia del cuidado de mí misma: "llévate un chipiturco" diría mi papá y con ello me estaba diciendo "cuídate" y creo que una de las frases favoritas de mi mamá era: "si no te cuidas a ti misma, nadie te cuidará", lo cual es mentira porque ellos siempre nos están cuidando, pero agradezco que me hayan hecho consciente de mi cuerpo, de mis necesidades y me hayan enseñado por ejemplo a nunca salir sin desayunar, no hacer cosas que no quiero, usar casco (y hasta rodilleras y coderas si se puede) para andar en bici y patines (bien sexy yo cuando salía a patinar -.-) llevar un botiquín y provisiones al viajar y obviamente comer frutas y verduras.

Me ayudaron a ser responsable: relacionado con la confianza del punto anterior, siempre me hicieron comprender que para ser libre debo ser responsable, lo que implica que asuma las consecuencias de mis actos, termine lo que empiece y elija con consciencia del impacto que pueden tener mis actos en mí y en los demás.

Confiaron en mí: nunca escuché un "no te creo" o "estás mintiendo" de su parte, para ellos mi palabra vale y eso me ha dado mucha seguridad para sentirme bien con quien soy y tener confianza también en quienes me rodean.

Me hicieron consciente de la importancia de escribir: en la cajuelita del coche de mi papá se guarda un cuaderno que va llenando cada que pone gasolina, dice que eso hacía su papá y con ello, además de llevar el control del auto, iba relatando algunos de los acontecimientos más importantes de su vida; ese pequeño detalle ha despertado en mí las ganas de relatar de diferentes formas lo que me sucede, como una manera de tener conversaciones conmigo misma, hasta la fecha, escribir es de mis mayores placeres.

Me ayudaron a ser ordenada: “El flojo trabaja doble” dice mi madre y varias veces lo he comprobado, me he tardado mucho en encontrar cosas por no tener orden y así es como comprendí que, aunque a veces cueste un poco más de esfuerzo, es mejor mantener ordenados los diferentes espacios pues además el orden externo influye en el interno y viceversa.

Me obligaron a ahorrar: en una cultura en la que la mayoría de la gente vive en la inmediatez, la seguridad que puede darte tener dinero ahorrado es algo muy valioso, por eso el mejor consejo de mi padre en cuanto a las finanzas siempre ha sido "no gastes lo que no tienes" y entre que soy coda y no me gusta mucho ir de compras, ahorrar es un buen hábito que pongo en práctica de manera cotidiana.

Me hacían disfrutar muchas cosas de la vida: una de mis anécdotas favoritas de cuando era pequeña es el sonido que varios años hacía con mi boca en el momento de comer, decían que era como un "mhmm" que haces cuando algo te gusta pero de manera continua y es que comer en mi familia, siempre ha sido un ritual que se disfruta, una oportunidad de conocer nuevos sabores, de conectarme con mis sentidos y eso se los agradezco pues de alguna manera en cada etapa de mi vida han influido para que mi hermano y yo estemos en contacto con las cosas que vale la pena disfrutar como el juego, el deporte, el baile, las reuniones y así recordar cada que es posible que en esta vida hay mucho que disfrutar y es importante luchar por ello para tenerlo y para compartirlo.

Me enseñaron la importancia del esfuerzo: tengo una mamá y un papá trabajadores, afortunadamente están cada uno en trabajos que les gusta, claro que les ha costado esfuerzo, aunque también formamos parte de una clase privilegiada y como tal, me han enseñado que el esfuerzo vale la pena de manera individual pero también y sobre todo de manera colectiva, pues los privilegios que tengo, los merecen los demás.

Me motivaron a rodearme de personas valiosas: desde pequeña se encargaron de que pudiera convivir con diferentes personas, me metían a clases para hacer amigas y con su ejemplo me hacían notar que una de las cosas más importantes que vale la pena cuidar y procurar son las relaciones. Hoy por ejemplo, estoy construyendo un hogar con mi prima y eso ha sido mucho gracias a que procuraron que mantuviera buenas relaciones con quienes me rodean y construya redes de apoyo:).

En fin, son muchas las cosas que han aportado a mi vida, por ahora mis reyes magos están construyendo de nuevo su vida sin hijos en casa, y yo cada vez estoy más agradecida de las herramientas que me ayudaron a construir y que hoy dan frutos en mi vida independiente.
Espero un día ser un rey mago al menos la mitad de genial de lo que fueron y son ellos; aunque al final nunca fueron reyes, sí son mágicos.

Estoy segura de que habrá muchos otros en el mundo de esos reyes (y reinas obviamente) que sabemos que no importa donde estemos, si nos independizamos o no, si nos convertimos en lo que querían que fuéramos, cumplimos o rompimos sus expectativas; como sea harán su mayor esfuerzo para que nos sintamos bienvenidos en este mundo y en un hogar, y podamos seguir poniendo nuestros zapatos, con la ilusión de que estarán para respaldar nuestros pasos.