La memoria es selectiva y no siempre está claro qué cosas recordamos ni por qué, lo que sí es que ahora que voy creciendo, me voy dando cuenta de que hay islas escondidas en nuestros recuerdos a las cuales se puede acceder con alguna canción que funcione como un barco que nos conduzca a esas imágenes de tiempos pasados.
Ayer en "El gusto es nuestro" tuve la oportunidad de subirme a varios barcos que me permitieron navegar entre recuerdos emocionantes.
Por un momento al escuchar los acordes de Cantares, viajé a la primaria del Colegio Madrid y pude vislumbrar a mi maestra de música Elena Feldman motivándonos para cantar más fuerte y entender hasta lo más profundo de nuestros corazones que se hace camino al andar..
otro barco que me permitió navegar entre recuerdos fue Santa Lucía, con la cual me imaginé junto con mi hermano cantando en una carretera la letra de esta canción que a duras penas entendíamos, más adelante al escuchar Todo a pulmón, además de tener en mi cabeza la imagen de los expulsados de Big Brother (por desgracia) también pude recordar cuando fue mi graduación de sexto de primaria en un lugar para eventos llamado El Ego, evento en el cual la generación completa cantamos a coro estos versos sin tener muy claro su significado pero sintiendo unas ganas de vivir inexplicables.
Con La puerta de Alcalá de inmediato recordé cuando por primera vez la vi, estando en Madrid acompañada por mi prima y en automático me llegó esa canción y una emoción muy grande por tener la posibilidad de estar frente a tal monumento histórico y político que ve pasar el tiempo...
Hubo una serie de memorias no felices que me llegaron al escuchar por primera vez Cómo voy a olvidarme, canción que se compuso para alzar la voz en memoria de quienes fueron asesinados durante el franquismo y la guerra civil y que me hizo pensar,por un lado, en lo agradecida que estoy de la vida de que parte de mi familia haya logrado llegar a México como refugiados y por el otro, en la desgracia que es para la humanidad la pérdida de tantas vidas, entre ellas la de Sadí de Buen, hermano de mi bis abuelo.
Entre memorias, emociones, bromas, fiesta y un constante énfasis en la necesidad de que no dejemos que personajes como Donald Trump quieran intervenir en nuestra nación (ni mundo), así como en la importancia de seguir haciendo Himnos de la alegría que nos permitan ser hermanos sin importar nuestra nacionalidad o creencia; transcurrió un hermoso concierto que aglutinó a personas de diferentes edades; yo tuve la fortuna de asistir con mi mamá y mi papá, aspecto significativo , pues fue gracias a ellos que desde hace ya bastantes años ( como 20) las canciones del Gusto es Nuestro me han acompañado en mi vida y tengo muy claro que más allá de lo que mi memoria quiera guardar de lo que sucedió esta noche de concierto, lo que me gustaría recordar (y por eso lo escribo) es, a los dos adultos que más quiero, gritando y bailando felices.... y con eso sentir en el fondo de mi corazón que Hoy puede ser un gran día y mañana también..
Me encanta como escribes!!! gracias por existir.
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