Cada quien tiene su forma de cerrar ciclos, sin embargo una bastante común tiene que ver con los viajes.
Se acostumbran viajes al terminar la prepa, o al empezar un matrimonio así como al terminar una carrera, como es mi caso.
Cuando pienso a qué nos enfrentamos al viajar y cual es su importancia, me encuentro con múltiples respuestas, por un lado implica movimiento, lo que puede desequilibrarnos y por lo tanto empujarnos a buscar de nuevo posiciones para ser y estar en el mundo; por otro lado implica incertidumbre, otro aspecto que nos enfrenta con lo que somos dentro de nuevos escenarios.Además en general los viajes implican despedidas, este en especial, quiero que sea para despedirme un poco de mi vida de estudiante, pues aunque estoy con ganas de hacer un posgrado, por lo pronto terminé una etapa importante, de ahora en adelante, los pasos que vaya avanzando tienen un rumbo un poco más claro con respecto a mi vida profesional pues ya voy definiendo lo que quiero y con ello a lo que estoy dispuesta a comprometerme; lo que seguramente poco a poco conllevará más responsabilidades que quizá sea más complicado dejar al pasar del tiempo.
Por eso y por otras razones me voy.
Para festejar la vida que llevo, cerrar ciertos ciclos que he ido abriendo y seguir probando pedacitos de mundo para digerir y transformar mejor.
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