Del 12 al 14 de noviembre del 2014 se llevó a cabo en la ciudad de Puebla el VI Congreso Mundial por los derechos de la infancia y adolescencia, (http://vicongresomundialdeinfancia.org/) organizado por La Asociación para la Defensa de los Derechos de la Infancia y Adolescencia (DDIA) la Red por los derechos de la infancia en México (REDIM), el Instituto Poblano del derecho familiar y el DIF.
En él participaron diferentes personas y organizaciones que trabajan los temas de niñez y adolescencia alrededor del mundo, así como 10 miembros del Comité de Derechos del Niño de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Como parte de la Fundación México Juega que defiende el derecho al juego en ludotecas y de la Red por la Infancia y Adolescencia del CEMEFI, tuve la oportunidad de asistir junto con la presidente del consejo de México Juega y de la ITLA, Mónica Juárez.
A lo largo de 3 días de escucha activa pudimos formar parte de discusiones que giraron sobretodo alrededor de 3 grandes temas: el derecho a vivir sin violencia, el acceso a internet y redes sociales y la migración infantil y sus implicaciones en el derecho a vivir en familia.
En simultáneo con este congreso se llevó a cabo uno exclusivamente con niños, niñas y adolescentes que pudieron intercambiar ideas, inquietudes y propuestas sobre sus derechos.
La realidad que viven millones de menores de edad a lo largo del mundo es devastadora por las condiciones de vida en las que crecen, la falta de educación, la presencia del crimen, los abusos de los que forman parte, la pobreza, el trabajo forzado y la ineficacia e indiferencia de muchos de los gobiernos para proteger, promover y garantizar el cumplimiento de los derechos humanos.
Sin embargo, a pesar de que el panorama resulta poco esperanzador, habemos muchas organizaciones articulando esfuerzos para mejorar estas formas de vida.
Los retos son grandes pues poniendo algunas cifras de la ONU, cada minuto muere un infante como resultado de la violencia, mientras 300 millones de menores de 17 años están expuestos en su comunidad a sufrir diferentes agresiones, aunado a esto existen 33 millones de menores migrantes y en el caso de México, la CEPAL apunta que el 61% de los menores de 17 años vive en hogares con ingresos menores a los de la línea de bienestar por poner algunos ejemplos.
Considerando los factores que influyen en esta población y partiendo de las diferentes experiencias que están en práctica a lo largo de los diferentes países, se vertieron diferentes propuestas, entre ellas las que resumo a continuación;
- Apertura de espacios de diálogo y participación en los que se incluyan niños, niñas y adolescentes
- Implementación de un enfoque de derechos que los mire como sujetos de protección y no como objetos de caridad
- Construcción de mecanismos en donde pueda llevarse a cabo la justicia retributiva
- Aplicación de más y mejores formas de recaudar datos sobre la realidad que viven en diferentes países.
- Planteamiento de leyes claras y explícitas sobre la promoción, protección y garantía de sus derechos
- Poner a disposición de niños, niñas y adolescentes formas de justicia amigable y sensible a sus necesidades, con lenguaje adecuado y medios atractivos para su utilización
- Cuidado de las particularidades de las infancias y adolescencias así como de su interés superior.
- Promoción de una cultura de prevención del crimen y exigencia de buenos tratos en todas las instancias
- Apertura de espacios de formación para ser receptores críticos de los contenidos de medios masivos de comunicación.
- Construcción de un sistema de protección a la niñez a nivel nacional.
Estas son algunas de las acciones que podrían llevarse a cabo para que cada vez sea menos complicado que las infancias y adolescencias ejerzan sus derechos y puedan desarrollarse en todos los ámbitos de su vida.
La discusión sigue en pie, sin embargo celebro que se realicen eventos como este VI Congreso en el que ya se vislumbra que es posible entablar relación entre el Estado y la sociedad civil para seguir con esta larga labor a la que aún le falta mucho sobretodo en nuestro país. Considero que en estas discusiones es urgente que puedan participar los diferentes actores sociales, sobretodo niños, niñas y adolescentes de diferentes contextos que puedan entrar en diálogo con las instituciones gubernamentales para la exigencia de lo que les corresponde como seres humanos ; como pueden ser las condiciones adecuadas de vida para esta población que además de ser el presente es el futuro y por lo mismo requiere que sigamos buscando los mecanismos para tener un mundo del tamaño de sus sueños.
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