viernes, 20 de agosto de 2021

Casarse en pandemia "reloaded" o de rituales en donde crece el corazón







Al fin se logró el festejo, mezcla de tribus, rituales, banquete y todo lo teatral-festivo que conlleva una boda a la mex-alemana-españolo-argentina-nuevomexicana jeje

 y sí, FUE DE LOS DÍAS MÁS EXPLOSIVOS QUE HE TENIDO, superó todas mis expectativas y al momento no se me quita la sensación de que me creció el corazón.

Aquí va una pequeña narración con imágenes.

Ojalá las imágenes le hagan justicia a esta aventura de celebrar el amor, y eso que falta agregar muchas más... 
en mí, todo lo sucedido queda atesorado ya.


El amor se hizo presente: desde antes por ejemplo con quienes ayudaron para la decoración con material de reciclaje, con las reuniones de amigas, también con las amistades que se vistieron de forma especial y se pusieron más guapos que nunca, también con las y los familiares que nos cuidaron en cada instante, con nuestros padrinos y madrinas que ayudaron a que no faltara nada, con las y los trabajadores que nos dieron sus servicios de servir alimentos, retratar los instantes, poner la música, limpiar lo que hiciera falta, arreglarnos y por supuesto,con cada bonito deseo que de diferentes maneras nos siguen llegando.

Amistades sinceras




Instantes de gozo.








Estuve rodeada de mujeres divinas que me acompañaron, arreglaron, apapacharon y el tiempo voló tan rápido que de pronto ya estaba vestida de blanco, con los nervios de punta y una ilusión en mi pecho por la alegría de haber logrado este festejo de amor y dicha por seguir construyendo una relación bonita con Adrián que se enriquece con todas las presencias.

Fortuna femenina



El viernes comenzamos con una hermosa ceremonia maya que dirigió Jimena Colibrí, hablando español y alemán,  nos recordó que conectarnos con nuestros sentidos, nuestros ancestros, nuestras emociones, es posible con sonidos, buen acompañamiento y símbolos que nos permitan viajar a través de metáforas relacionadas con lo dulce, salado o amargo que pueden ser los instantes en nuestro día a día y que en la medida en la que elijamos bien a nuestra compañía, más fácil será atravesar por cada uno. 


Después de esa primera ceremonia, tuvimos una cena, un poco de baile y convivencia que calentó motores para el pachangón del siguiente día que ya se vislumbraba épico pues todos los presentes traían la mejor de las actitudes.






Al amanecer del sábado, comenzaron los torbellinos de emociones. Desde despertar rodeada de muchas personas queridas, hasta ver trabajar al equipo de Eventalia desde muy temprano para lograr la perfección en cada detalle, siempre con amabilidad, escucha, calidez.



La ceremonia del sábado contó con la presencia de amistades que entraron con ritmo y buena vibra, continuó con los pasos de familiares y hasta de Mina que dieron pie a lo que sería un ritual con arras, anillos, lazo, fuegos compartidos y sobre todo mucho cariño convertido en palabras y miradas que nutrieron nuestra unión. 

Buena vibra, cariños, colores... 





Después de algunas lágrimas, besos que frenan el tiempo y miles de sonrisas cruzadas, nos dirigimos al cóctel, en donde no pararon los abrazos, las fotos y el sabor de los primeros brindis amenizados por la marimba y acompañados de nuestro mezcal "Mil Heridas" edición especial que fue un complemento muy rico y mexicano. 

Lágrimas de felicidad












Cuerpos en colectivo, diversión, tribu.






El resto del día y de la noche, estuvo lleno de buena música, bailes, gritos, sorpresas como canciones de mi cuñado, video de mi hermano o un regalo inesperado al poder escuchar una hermosa canción en vivo de Benny Ibarra. Cada detalle nos llenó de cariño y magia.


Regalos para el alma



Hasta arcoiris hubo.


Adrián y yo sabíamos que sería un fin de semana especial, pero no pensamos que tanto. 






 Luna llena, corazones también.


La luna llena de bendiciones, pero sobre todo la presencia de personas muy queridas que viajaron de Boston, Calgari, Paris, Berlín, Cancún, Puebla, Querétaro, Monterrey, Bélgica, Freiburg, Cuernavaca, Xalapa y Ciudad de México... fueron claves para que nuestro fueguito interno brille; con cada una estamos infinitamente agradecidos.

Sabemos que no todas las personas que nos hubiera gustado, pudieron estar presentes, pero de una u otra manera los sentimos cerca.


Entre flores, tragos, buen clima, pasteles, dulces, mariachis, mole, baile, y sobre todo muy buena compañía, el 23, 24 y 25 de julio de 2021, quedarán en nuestras almas como hitos a los que regresaremos cuando necesitemos recordar que el amor se lucha mejor en comunidad.   


1 comentario:

  1. Hermoso todo lo que vivimos Andreita !!! Amor en todo se respiraba. Muchas gracias y siempre mis mejores deseos por siempre y para siempre :) Los amo

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