Mujeres y Hombres tenemos nuestras formas de encontrar las bellezas que tiene este mundo.
Algunos lo hacen con la fotografía, otras con la pintura,los deportes, los escritos, la danza, la música, los besos o los poemas.
Son muchas las formas y cada quién identifica las propias a lo largo de la vida.
Algunas nos sirven como introspección, otras como medio de comunicación, al final todas sirven para conocernos mejor.
Este es un reto grande pues implica saber de dónde venimos y hacia donde queremos ir y en la mayoría de los casos, es un proceso que no se puede hacer en soledad.
Hoy, aprovechando el día, me gustaría reflexionar sobre aquella "otredad" que nos permite conocernos a nosotros mismos y que en el mejor de los casos nos brinda los elementos suficientes para decidir quienes somos y hacia donde vamos. Me refiero al maestro o maestra.
En los años que llevo como estudiante, puedo decir que he sido muy afortunada por los maestros y maestras con las que me ha tocado convivir.
A principio de mi niñez estudié en un Montessori del que tengo muy buenos recuerdos, sin embargo creo que tengo más conciencia de los años posteriores cuando entre al Colegio Madrid y conocí a personas que me ayudaron a conocerme y construirme. Lo agradezco infinitamente y lo sigo agradeciendo en la UNAM en dónde también me he topado con grandes maestros y maestras.
Ser maestro o maestra, desde mi punto de vista significa encontrarle tal belleza a la vida que se quiera compartir.
Implica una gran sensibilidad para encontrarse en y con el otro y la otra así como habilidades de persuasión para despertar curiosidad e interés y lograr el aprendizaje.
La alegría y pasión con la que se comunican debe traspasar las barreras del tiempo y el espacio.
No importa la edad ni las limitaciones, el ingenio y creatividad deben sobrar.
Improvisación, respeto y límites suficientes, son elementos que deben saber manejar pero sobretodo se requiere de talento para tratar con las imperfecciones humanas; usarlas a su favor y jugar con ellas para enfrentarlas, reflexionar sobre lo que sucede en la realidad y brindar elementos para su transformación.
Maestros y maestras tienen encima una de las mayores responsabilidades: educar a seres humanos; quienes la mayoría de las veces les tienen confianza, por lo tanto pueden incidir positiva o negativamente en la vida de cada sujeto a su lado, tomar conciencia de ello es básico para poder desarrollar su labor de la mejor manera posible así como asumirse como sujetos políticos e históricos. Además deben tener claro lo que transmiten y cómo lo viven, el ejemplo es clave para la educación.
¿Qué maestrxs recuerdas con cariño? ¿cuales con desprecio?
Sin duda serán varios lo que ocupen diferentes lugares en nuestros corazones, como sea debemos aceptar que mucho de lo que somos se los debemos a ellos, para bien o para mal.
Gracias a quienes comparten la belleza de este mundo a través de sus aprendizajes y son conscientes de su importancia en el desarrollo de los sujetos y las sociedades, gracias a los que luchan por una mejor educación, que libere y garantice una vida digna para todas y todos.
Gracias a los que piensan y actúan sabiendo que todos merecemos un lugar digno en este mundo y se siguen preguntando, creando y recreando, tomando espacios y caminando, tal vez despacio pero seguro, procurando no dejar a nadie atrás.
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