sábado, 28 de julio de 2012

Cuando la intención se vuelve acción: de servicios sociales y otras oportunidades

Todo parece indicar que los créditos de mi carrera los he terminado.
Contenta por esa situación aunque sin ganas de dejar de ir a la escuela, comienzo a encaminarme al siguiente paso: el servicio social.
¿Qué significa hacer un servicio social?
Para mí, estudiando en una universidad sustentada con recursos públicos, significa mucho.

La responsabilidad que desde siempre he sentido al formar parte de la UNAM, significa elegir bien, siendo consciente de que un servicio social, más que servicio es un agradecimiento, una retribución a una sociedad de la que formo parte de manera privilegiada como estudiante de la universidad.
A todos y todas creo, nos gusta servir de algo, no importa la edad, si podemos ser útiles, pareciera que somos más dignos. Podría ser que el servicio social sea eso, una oportunidad para ser útiles para algo, pero sobretodo para alguien.

Sin embargo es un tema difícil identificar cuales son los límites de ese "ser útiles" pues puede rayar en la superficialidad y quedarse en un trámite más, sin contenido, sin emoción, como una mera obligación.

Es cierto que el servicio social es una obligación, también es un trámite burocrático pero desde mi punto de vista tiene que ser mucho más que eso y convertirse en una forma de crecimiento personal, en una experiencia enriquecedora en muchos sentidos, en un compromiso con la Institución a la que pertenecemos pero sobretodo con las personas que se puedan beneficiar con nuestros conocimientos y aptitudes; con todo aquello que la carrera nos ha proporcionado y que quizá pueda mejorar tantito o muchito las condiciones de vida de la población mexicana.

Estoy convencida que si todos los jóvenes nos involucráramos seriamente en realizar nuestro servicio social con creatividad, emoción y sobretodo responsabilidad, lograríamos cosas muy interesantes en nuestro entorno, es por eso que ya comienzo a imaginar qué quiero lograr con mi servicio y me causa emoción empezar esta etapa básica en el proceso estudiantil.

En este contexto histórico, resulta urgente que las y los jóvenes asumamos los compromisos que nos corresponden de la mejor manera y evitemos caer en inercias que nos encasillan, terminan con algunas de nuestras aspiraciones y en gran medida reducen nuestra labor promoviendo más que valores de "uso", valores de "cambio", logrando que nos demotivemos y en muchas de las decisiones que tomemos, giren en torno a intereses económicos.

El servicio social, no tendría porque caer en esas inercias y convertirse en un peso más, decidí que por lo menos en mi caso, haré lo posible porque se vuelva una verdadera experiencia que ponga en práctica lo que he aprendido a lo largo de estos semestres y me permita crear vínculos, conocer otras realidades y ser útil lo más posible a una sociedad que pide a gritos que de una u otra manera, las acciones, se piensen, se disfruten y se realicen más allá de intereses personales y/o económicos.

Mi intención, siento que es clara, sin embargo aunque se dice que "la intención es la que cuenta", espero encontrar un servicio social que me permita ir más allá de la intención.

sábado, 21 de julio de 2012

Vivir es festejar

En la vida hay días importantes.
Algunos porque permanecen en la memoria, otros porque pasan desapercibidos, unos cuantos más por las personas que están involucradas en ellos y muchos por que así lo decidimos y le echamos ganas para que así sea...

Hoy, hace un año comencé a escribir este blog, junto con mi llegada a Buenos Aires, nuevos aires, experiencias distintas en otro espacio que me inspiraban a plasmar pedacitos de mí en más lugares para seguir encontrándome conmigo, con las y los demás.
Desde que inicié me di cuenta de que la escritura es fascinante para ordenar la cabeza y el corazón, es como festejar acontecimientos con las letras y precisamente de eso quisiera hablar hoy, de los festejos, de las formas que cada uno tenemos de tomarnos los días importantes.

Cada cultura tiene diferentes formas de festejar en la cotidianidad, las y los mexicanos somos algo ostentosos y encontramos los motivos para hacer grandes "pachangones".
Hoy, es mi fiesta de graduación, un gran pachangón que muchas y muchos compartiremos.

Terminar simbólicamente la carrera (porque en la UNAM todavía es necesario hacer tesis para terminar de verdad), es un gran motivo que celebrar. Es saber lo afortunada que soy al tener una familia que ha apoyado mi proceso de estudiante hasta acá, reconocer que soy una pequeña parte de la población del país que cuenta con esa gran oportunidad que al mismo tiempo conlleva grandes responsabilidades.

El día esta por acabar, sin embargo sé que el 21 de julio siempre quedará en mi memoria como un día importante, el año pasado un día como hoy estaba despegando hacia una nueva aventura, hoy habrá un "ritual" de cierre de otra aventura maravillosa que fue la Carrera de Pedagogía en la UNAM.


Estoy segura que seguirá habiendo días importantes, razones para festejar, tanto desde las letras como desde los pachangones.

Gracias a la vida que me ha dado tanto como diría Violeta Parra.

Sigamos haciendo fiestas para celebrar los días importantes...

Aunque sobran los motivos para pensar que la vida en sí ya es una gran fiesta.




viernes, 20 de julio de 2012

Darse cuenta para contar y que cuenten contigo..

Darse cuenta de las cosas es un gran paso para disfrutar (o sufrir).
Estos días de "vacaciones" han sido una buena oportunidad para darme cuenta de que con sólo cambiar la mirada a ciertos hechos, la vida toma otro sabor.

Ver con ojos de turista por ejemplo, funciona para apreciar y recuperar la belleza de lugares que parecieran caer en el olvido en un México que tiene mucho que mostrarnos.
He podido visitar últimamente las zonas arqueológicas de Cuicuilco y Tlatelolco, dándome cuenta de la cercanía de esos lugares con nuestra realidad en cuanto a distancia pero al mismo tiempo de la lejanía en cuanto a historia.
Es delicioso ver la riqueza de nuestros antepasados, creatividad, inteligencia y cosmovisión que los llevaron a construir tales obras de arte en armonía con la naturaleza.
Entrar al museo de antropología y disfrutar cada sala que nos permite viajar en el tiempo; a la salida ver a los voladores de Papantla arriesgando su vida por una bella tradición.
Más al sur, recorrer el mercado y las plazas de Coyoacán y Tlalpan, tomar un helado o comer un elote, disfrutar los pequeños manjares que nos ofrecen los rincones de nuestro país.

Conforme pasan los días de vacaciones pero sobretodo los años de vida, me doy cuenta de lo rico y peligroso que puede ser justamente "darse cuenta". Siempre he estado consciente de que lo único constante en está vida es el cambio, sin embargo no siempre lo notamos y es que al notarlo, parece que nos comprometemos a algo.

Por ejemplo, con los ojos de turista que he tenido últimamente y que se potenciaron a mi regreso de Argentina, (por cierto me estoy dando cuenta que hace justamente un año me estaba yendo) me he sentido con más ganas de preservar y conocer más a fondo mis orígenes, de frenar con más frecuencia a apreciar lo que me rodea que quizá siempre ha estado ahí pero no he mirado suficiente.
Sin embargo también puede ser un problema "darse cuenta"; como cuando parece que todo va bien hasta que nos damos cuenta que una persona que vemos de alguna manera, nos ve de otra ¿qué hacer cuando te das cuenta de que quizá no van por el mismo camino? Tal vez es necesario, también detenerse.

No es fácil tomarse en serio esos altos que implican replantearse las cosas, asumir que cambiaron, que pueden cambiar pero que también es necesario conservar.

Ver a México en sus diferentes rincones, sí es apreciar sus aspectos culturales y para eso los ojos de turista son lindos, sin embargo, creo que muchos mexicanos pasmos por la vida como turistas, viéndolo desde afuera, desde lo que no nos afecta y quizá eso sea bastante peligroso pues nos damos cuenta muy por encima de las cosas, no nos involucramos lo suficiente.

Pienso que el reto hoy consiste en que sepamos que los ojos de turista así como debemos "ponérnolos", nos los debemos quitar de vez en cuando para que nos demos cuenta de verdad de lo que somos, de lo que cambia en nosotros y de lo que podemos cambiar de nuestro entorno, de nuestras relaciones, etc.


Los cierto es que algunos tienen la suerte de decidir qué lugar ocupar en este mundo, salir del entorno, viajar y habitar todos los lugares como turistas, mientras otros, no son de ningún lugar ni pueden serlo, convirtiéndose en vagabundos como lo menciona Sygmunt Baumann en Turistas y Vagabundos.


Darse cuenta de si somos una u otra cosa, nos responsabiliza y nos pone en posiciones diferentes de decisión, de hacer política en esta vida, de procurar que cada vez existan menos vagabundos y más turistas conscientes, que se involucren y que más bien se vuelvan habitantes, sujetos históricos capaces de comprometernos y transformarnos por un bienestar.


Darnos cuenta de que cambiar de miradas es muy enriquecedor,sobretodo para complementarlas, sirve para ponernos en el lugar de los y las otras, apreciar la vida de diferentes ángulos y quizá tener más posibilidades de incluir, tolerar, apreciar y convivir.


Además mientras nos demos cuenta de más cosas, más cosas para contar tendremos y quizá más personas puedan contar con nosotrxs.









sábado, 7 de julio de 2012

Poema en apoyo al movimiento #yosoy132



Sal y Da

Hay manos que despiertan
otras que no duermen
que no dejan que les mientan.

Hay manos que se levantan
se toman de otras, se acarician y con un golpe revientan
se vuelven imparables, incansables,
inalcanzables como golondrinas.


Las huellas en esas manos,
que reclaman lo mucho que han andado.
Rasguños al viento gritan por lo que han volado.

Las manos cuentan historias
y aunque tristezas no puedan contarse con los dedos
se cuentan
se encuentran.

Las manos se alzan,
piden la voz, señalan
denuncian, apuntan, identifican, curan…

Hay manos que reprimen,
golpean, aplastan.

Una mano escribe, la otra… espera;
sólo juntas pueden aplaudir
aunque una sea izquierda y la otra derecha
quizá juntas puedan decidir, convivir.

Cuando son dos, abrazan
y mejor que sean 132
pues mano con mano y nos llamamos her-manos
lucha por lucha,
voz con voz
escucha.



Llámanos, trámanos, témanos.
Ámanos.



Sal y da. Salida,
toma mi mano, avancemos,
somos ciento treinta y dos.


Y mientras avanzamos,
nos llamamos hu-manos.

domingo, 1 de julio de 2012

Hoy vote por primera vez y quiero escribirte una carta:



Tú probablemente no sepas quién soy y lo cierto es que yo tampoco tengo una idea clara de quién eres, como sea me gusta creer que si llegaste a ser candidato o candidata para ocupar un puesto en el gobierno supongo que tenemos algo en común; ambas queremos mejorar al país, tenemos ganas de servir de algo, para algo pero sobretodo para alguien.
Hoy vote por ti y es extraña la sensación de concederte cierto poder simplemente marcando una casilla con tu nombre, sin embargo me resigno a pensar que hasta ahora es el método más “efectivo” que hemos desarrollado para distribuir funciones y que el país siga su curso.
En esta carta sólo quiero decirte que si ganas podrás ocupar un lugar con muchos privilegios en el mejor sentido de la palabra, tendrás acceso a un montón de medios que harán posible obtener ciertos fines, los cuales espero atiendan a las necesidades de los que no contamos con los medios. Para esto considero que será importante que te comprometas de verdad con tu trabajo, generes espacios de diálogo entre todos y todas y tengas una gran sensibilidad e inteligencia para escuchar, atender y cumplir tal y como el pueblo lo requiere.
Vote por ti, no porque me parezcas una gran opción o tu campaña, propuestas y fotoshops me hayan convencido mucho, sino porque quería sentirme partícipe de “esa” democracia y quizá porque en el fondo confío en que el ser humano puede llegar a sacar lo mejor de sí para sacar adelante a su comunidad, espero no nos decepciones. También espero tengas claro tu responsabilidad como nuestro representante, la lleves a cabo con valentía, coraje y principios éticos.
Somos muchos y muchas las que desconfiamos del sistema en el que vivimos, sobretodo de “las y los políticos” y lo seguiremos haciendo si no nos demuestran con hechos lo contrario. Quizá se necesita mucho para saber manejar el poder y la corrupción ya forme parte de nosotros, pero también quizá aún tenemos muchas virtudes y con el ejercicio cotidiano logremos que estás se impongan ante los defectos y ante todo aquello que nos llena de egoísmo, nos nubla la vista y genera situaciones perjudiciales y que ponen en peligro la vida.

Hoy vote por ti y tengo claro que mis obligaciones como ciudadana no acaban con ello, así que me comprometo a asumir mis responsabilidades, comportarme con esos mismos principios éticos que exijo de tu parte, cuidar mi comunidad, generar el diálogo y participar en las instancias que así lo permitan. Me comprometo a encontrar los medios para llegar a fines que generen aspectos positivos en mi entorno, a luchar por ser una mejor persona, exigir justicia, tomar decisiones, quitarme el miedo, denunciar lo que sea necesario, unir fuerzas, alzar la voz...
A muchas cosas estoy dispuesta a comprometerme para que el ser y estar en este mundo sea digno para los que en él vivimos.

Espero lo mismo de tu parte, estaré apoyándote pero también vigilándote…
Hoy voté por ti, muchos y muchas lo hicimos, como ciudadana luchare por estar a la altura de las circunstancias, para que México esté orgullosa de mi comportamiento y mi ejemplo te inspire a hacer tu trabajo como todas y todos lo merecemos.

Hoy vote por ti y espero que tú nunca nos dejes "votados"