lunes, 28 de diciembre de 2015

México en esquinas

Las vacaciones me han servido para tomar un respiro y poder oler, sentir, escuchar, caminar de diferente manera esta Ciudad, intentaré hacer una breve narración a continuación de lo que he podido disfrutar...

Comienza un día casi normal, el sol salió aunque el calor aún no se siente,
muchos rincones aún esperan que los llegue a alumbrar,
las esquinas tienen cada una un pedacito de la personalidad de la ciudades.
El primer sonido en la mañana después del canto de un pájaro corre a cargo del carrito de tamales,
en donde un policía comienza el día pidiendo atole y uno de dulce con pan.
Más adelante se observa un semáforo en donde un joven practica sus malabares mientras cruzan carros lujosos por una avenida principal,
una bicicleta atraviesa el semáforo, un volero ya comenzó con su trabajo,
su cliente observa imágenes de mujeres restiradas mientras un niño tira la basura en su lugar,
una anciana con paso lento no deja de observar la señal de tránsito e intenta avanzar más rápido. Suena un pitido y un camión levanta los desechos, atrás se observa un grafiti que oculta un anuncio sobre los derechos.
En otra esquina un señor grita vendiendo el periódico y a un lado una familia prepara tacos de guisado, cerca pasa un auto que tira una colilla de cigarro,
huele a caño y hay una sensación de desconfianza que se mezcla con el sonido de un organillero y el caminar pausado de una mujer que vende artesanías. Entre el ruido de los motores y las voces en español refinado (y no tanto) pasan los días.

Sobrevivir es la palabra que más deambula en las mentes de los mexicanos, algunos se las ingenian para pasar un día más a pesar de no poder cubrir sus necesidades, en las esquinas venden su cuerpo, su tierra, su canto, su voz...
otros más bien son ingeniosos para cubrir lo que les sobra creando necesidades, comprando vanalidades y volviéndose sordos , ciegos y mudos ante las realidades.

Atardece y el viento comienza a sentirse más fuerte, gordos, flacas, altas y chaparros caminan con prisa por banquetas descuidadas, no dejan de caminar, a veces no deja de apestar.

En mi mente queda la imagen de un árbol que sigue creciendo y echando raíz a pesar del cemento, esa es una metáfora de lo que sucede en esta ciudad en la que la vida y la muerte conviven cerquita, la injusticia y la corrupción se codean con el trabajo y la humildad,
el oxígeno alcanza a pesar de la inmensidad.

La noche llega , tranquila, sabiendo que aún en la oscuridad alguien se atreverá a bailar.

lunes, 2 de noviembre de 2015

Si muriera...



Si muriera en mi ofrenda quiero que pongan fruta recién cortada, flores de colores y una vela de jazmín.
Alguno de mis libros favoritos pero con olor a viejo y en algún extremo un espejo que me recuerde quién fui una vez, si es posible también una foto donde haya salido bien.
Que no falte el pan de muerto, ni el sonido de un cajón con el que quiero bailar flamenco mientras compongo una canción.
Pongan también un camino de hojas secas que se ilumine con la luna, lo quiero caminar para que el crujir me recuerde lo que era vivir. Si se puede agreguen agua para darme un baño caliente, de ser posible viendo el atardecer o comiendo un pastel.
Entre otras cosas agreguen una almohada por si llego cansada, ya saben que una buena siesta es casi tan importante como divertirse en las fiestas.
Tal vez todo esto es mucho pedir y eso que aún no les pido la comedera pues en el más allá no se saborea igual. No la pondré tan difícil, con un molito me bastará, un agua de horchata o un tamal.
Después de ello quizá un escusado no esté de más ni los platillos de mi abuela. 
Si andan de buen humor dejenme un dominó, un chiste bobo o un recuerdo compartido, quizá así la risa y la diversión me alegren el corazón.
Echen también las sonrisas de mi madre, las ocurrencias de mi padre o los abrazos de mi hermano.
Antes de regresarme a lo que sea que esté haciendo muerta, es probable que pase por un beso sincero,la caricia de un perro contento y la emoción de un reencuentro.
Y no se enojen si al visitar intento quedarme con las risas de mis amistades, con sus lágrimas en un pañuelo o con el brillo de unos ojos que alguna vez me quitaron el sueño.

Si muriera en mi ofrenda quiero que pongan todo esto y mucho más aún sabiendo que quizá estoy tan bien en el más allá... que no me den tantas ganas de regresar.





sábado, 24 de octubre de 2015

¿Para qué sirve un "título"?



¿Para qué sirve un título? A un año de mi titulación me pregunto cada vez que me acuerdo que ya tengo uno. Y entre otras respuestas se me viene a la mente una muy clara: para satisfacción personal, osea para lo mismo que sirven los paseos por un parque, los helados o contemplar la luna,
la única diferencia es que para obtenerlo requerí al menos 18 años dentro de diferentes aulas, conversaciones con miles de personas, desveladas por tareas a veces inútiles, calificaciones con números insignificantes, escritos , lecturas y diálogo (sobretodo cuando toca hacer tesis, también mucha paciencia, disciplina, perseverancia..) muchos aprendizajes que pudieron ocurrir dentro o fuera de la escuela pero que gracias a que ocurrieron, ahora soy lo que soy.

Como licenciada en Pedagogía (el título también sirve para ser llamada de manera rimbombante jeje) frecuentemente observo que los seres humanos tenemos una fascinación por complicarnos la vida, creamos rituales, treintayocho mil reglas para cumplir (romper), un amplio número de maneras de relacionarnos entre nosotros  y con el mundo e interminables trámites burocráticos; y cada vez confirmo más que la educación institucionalizada tiene como virtud (y defecto) convertirse en uno de esos tramites más, que por conveniencias (o desgracias) sociales nos brinda a veces posiciones "privilegiadas" para tomar ciertas decisiones, por ejemplo para encontrar un empleo o recibir mejores ingresos, (aunque el título actualmente ya no garantice eso) .

Sin embargo, más allá de que "titularme" o (ese trámite que se siente como que te complicas la vida) haya significado satisfacción personal y alimentación a mi Ego, también ha servido para reconocer quien soy y quiero ser pues desde mi punto de vista, fue uno de los escalones que al subir, me dio la sensación de que soy más capaz de llegar a donde quiero de lo que a veces creo. En mi opinión, esa es una de las tareas más importantes de la Escuela, brindar esa sensación de "poder" sobre tu vida y entorno.

Entre otros pensamientos que me vienen a un año de tal evento, es que ya que obtuvimos ese primer título de la licenciatura, somos llamados Lic. o en su caso Mtra. o Dra. antes de nuestro nombre, lo que puede significar que de alguna manera se nos reconoce frecuentemente esas horas "nalga" que ya invertimos en nuestra escolarizada vida y eso ya es bastante :)

Pd. esto pretende ser un mensaje de ánimo para quien esté en este trámite, aunque tal vez no lo parezca.

PD2. Pienso que en la realidad que vivimos en el país aún falta mucho por hacer para lograr que la brecha entre quienes "privilegiadamente" accedemos a la educación "superior" y quienes no, se vaya haciendo menor, no sólo logrando que más personas ingresen a estudiar lo que quieren sino garantizando condiciones laborales dignas con o sin título.

jueves, 28 de mayo de 2015

Jugar más, vivir mejor.

Hace mucho, de hecho en algún momento en el que mi memoria no anidaba con claridad las experiencias , empecé a jugar.
Jugaba para saber hasta donde llegaba mi brazo, qué forma tiene la luz o cómo caen los objetos, para apropiarme del tiempo y descubrir que jugar por horas puede parecer un ratito y estar sin jugar sentirse como una eternidad.
Jugando descubrí mi cuerpo, los placeres e incluso los dolores, en un juego descubrí lo que es perder y comprendí que para jugar con alguien hay que llegar a acuerdos, reglas, límites o esas claves que se convierten en códigos de convivencia , cuando sabes que un "pidos" significa una pausa o que un "manchado paga doble!" es simplemente un acuerdo de lealtad.

Sólo a través del juego, estar debajo de unas cobijas puede sentirse como un barco en altamar, los brazos abiertos ser alas y los ojos cerrados convertirte en lo que nadie jamás pudo ser; ser perro , sirena o una salchicha , nada es imposible con el cuerpo, la voluntad y la imaginación. Dedos que son pinceles en la tierra, manos como micrófonos o teléfonos, pies patas, aletas o ruedas...

Tomamos al viento de cómplice,  al cielo de testigo y comprendemos que es divertido jugar en soledad pero no hay nada mejor que hacerlo en compañía, apropiarnos del mundo y transformarlo, transformándonos, Aprendiendo que vale la pena jugar más para vivir mejor pero que también es esencial saber cuando algo no es juego.

Pero mientras lo sea, inventamos nuevas formas de ser y estar en el mundo, con el riesgo de que al hacerlo, la risa nos deje sin aliento.

Feliz día internacional del Juego.

martes, 14 de abril de 2015

Por si me pierdo (Sobre ser de una familia republicana)

La historia está hecha de instantes, de acontecimientos que ocurren en el tiempo y en el espacio. Algunos desaparecen pero hay otros que permanecen indefinidamente, supongo que así es esto de la vida, nos vamos construyendo entre la memoria y el olvido.
Es difícil saber "a ciencia cierta" cómo vamos eligiendo de lo que queremos acordarnos pero frecuentemente no tiene que ver con voluntad sino con ciertas circunstancias que nos marcan, aunque con regularidad nos topamos con elementos que sirven como acordeones, como pistas que nos evocan algo o alguien y nos permiten escarbar en la memoria; puede ser un objeto, una fecha, un lugar, una canción, una emoción,una fotografía, una voz e incluso un olor.
En mi caso, me considero fanática de los objetos que me traen recuerdos, no quisiera ser considerada fetichista pero de alguna manera estoy a favor de conservar aquello que nos parezca significativo en nuestra vida, que nos ancle con lo que queremos ser y nos permita reconocer de dónde venimos. En especial, me agrada encontrar esas pistas que me vinculan a alguien o algo  y hoy es justamente lo que sucedió; siendo 14 de Abril  y Aniversario de la República Española, son varias las cosas que vienen a mi mente y que me recuerdan de dónde vengo.

Aunque lo cierto es que hablar de mis orígenes republicanos siempre me ha costado trabajo, pues es un tema que no se toca mucho en mi casa y que a pesar de haber estudiado en el Colegio Madrid, tampoco recuerdo alguna referencia que me permita entender lo que significa ser de ese "bando" más allá de cantar el himno de riego y hacer el cambio de banderas; Pero mi interés por conocer esa parte de mis orìgenes siempre ha estado presente, sobretodo porque de alguna manera cada que escucho algo de los republicanos españoles me viene a la mente un ser humano que me hubiera encantado conocer, mi abuelo (Odón de Buen) que en paz descanse  y del que sigo anhelando escuchar lo que para él era ser de una familia Republicana.
Sin embargo como eso no ha sido posible, yo misma he ido buscando ese pedacito de mí que aún no está completo y a veces encuentro, por ejemplo el año pasado en el que tuve la oportunidad de ir a España por primera vez con mi prima  y ponerle rostro a mis familiares de allá, a los lugares en donde creció parte de mi familia, al sabor de la comida...sonido del acento.. en fin la España de mi imaginación ya fue tomando color, aunque también pude ver que aún hay dolor por la historia y que ser republicano no es lo mismo allá que acá.

Con el tiempo, las personas, las vivencias y los objetos que voy encontrando en mi camino, van ayudándome a reconstruir esas historias que no escuché...a veces pienso que eso que me falta me mantiene en constante búsqueda, no sé si  de lo que dejó de existir por la guerra, de esos ideales que avanzan por carriles izquierdos y se relacionan con los republicanos o en constante búsqueda del rostro de mi abuelo que quiere recordarme de dónde vengo para así no olvidar a donde voy.

domingo, 5 de abril de 2015

la felicidad o eso que tiene muchos colores.




A veces la felicidad es ver la luna, tomar un buen té, recibir visitas, andar en bicicleta, quizá también es probar una buena comida, verle formas a las nubes y a las montañas o cantar una canción a todo pulmón… 
la felicidad puede disfrazarse de botarga en la calle o volar como un colibrí… a veces anda en los paisajes de carreteras o salta como un perro al recibirte… 
la felicidad puede venir en una flor que nace, escucharse en un grito de gol o en un parto anunciado… a veces es sólo aprobar un examen, una meta alcanzada, un maratón terminado, la felicidad es una cosecha que se logra, una fogata encendida, un pastel delicioso o un baño caliente… 
puede estar en el sonido del mar, en un paso de baile, en un beso sentido, en una compañía silenciosa pero solidaria, la felicidad llega  y se va..

Siempre regresa, a veces vestida de tristeza pero muchas otras desvestida, con ojos penetrantes, sonrisas fugaces e idiomas desconocidos… basta un suspiro, un parpadeo, un latido o una lágrima para saber que está ahí y se puede alcanzar.

pd . para quitar el tono cursi que puede tener este tema les recomiendo escuchar la siguiente canción: https://www.youtube.com/watch?v=96zvGp42iRM

graciass y seamos felices aunque no siempre tengamos permiso.

martes, 10 de febrero de 2015

Sobre el día del gusanito o de cuando vale la pena Festejar la vida


Ese día que no es como cualquier otro, entre buenos deseos y palabras, las reacciones de las células y del celular comienzan a despertar a un gusanito en tu interior que se va moviendo por diferentes partes del cuerpo según el tono de cada muestra de cariño pero que se mueve, con los abrazos se mueve más, como bailando, como anunciando que somos más que cuerpo y mente, que hay algo ahí en cada ser vivo que despierta cuando otros seres vivos se comunican.
Ese gusanito, probablemente traiga todas las palabras bellas escuchadas en la historia de la humanidad que muchas veces se escuchan ese día del año, de cierre de ciclos y de apertura de sueños.

Tal vez para eso sirvan los cumpleaños, para recordar que no estamos solos ni solas y que sea la vida que sea, hay mucho que festejar.

pd. gracias a cada ser vivo que apareció y movió al gusanito, que sus buenos deseos se multipliquen y sus cumpleaños sean toda la vida, tan felices como lo fue el mío al saberme tan afortunada.


domingo, 1 de febrero de 2015

¿Cómo se cura un corazón roto?

Se comienza tomando una dosis de amor propio y desencadenándose de esas palabras que limiten los pasos, hurtando sólo los recuerdos que provocan sonrisas y abrazando cuántos más amigos sea posible.
Se buscan los pedazos y se pegan con canciones que estremezcan al cuerpo, se realizan aquellas actividades que provocan vibraciones en el interior parecidas a los latidos del corazón. Danzas, corridas, nadadas, escrituras y comidas.
El universo debe aportar brillos de estrellas, consuelo de luna y rayos de sol que a ras de tierra despeguen los pies un poco del aquí y el ahora.
Deben hacerse baños para curar los daños, con jabones de aromas refrescantes y esponjas de masajes penetrantes.
Las lecturas tienen que realizarse a diario para depositar sueños frustrados e imaginar mundos renovados.
En caso de llanto se recomienda buscar un rinconcito de comodidad que amortigüe el escurrimiento de mocos y la concentración de lágrimas.
La clave de esta receta muchas ocasiones se encuentra en el paso del tiempo, que como un río deja fluir los sentimientos.
Se recomienda consumir sustancias placenteras tales como helados, chocolates, pasteles y frutas que con su glucosa hagan que se ponga mejor la cosa.
Si se cuenta con animales cercanos, es importante invitarlos a los rituales de sanación.
Entre otras cosas se debe buscar bien adentro lo que no se ve para sacarlo como se pueda, sobretodo lo que ya no sirve para la autorrealización.
Por último los corazones rotos pueden ser inyectados de latidos de otros corazones que estén dispuestos a compartir poesía y dar lo mejor de sí mismos, enfrentar miedos, construir esperanzas y latir tan fuerte que se contagie, los pasados deben estar mirando a futuros compartidos y los labios gritar caricias sinceras que recuerden lo mucho que vale la pena vivir.

Nota: esta receta no garantiza que el corazón no pueda volver a romperse, pues quizá para eso está hecho, así que se recomienda tener a la mano estos sencillos pasos que como marca pasos revivan los latidos que seguro regresarán a tener un buen ritmo aunque de repente desafinen sin razón, como cualquier corazón (a menos de que sea de melao..melao melao).