domingo, 18 de agosto de 2013

Escuela oficial VS Escuelita zapatista

Yo soy la escuelita zapatista y no intenten que me parezca a la oficial,
dentro de mí no hay aulas que limiten los sueños, ni maestros que regañen al preguntar,
tampoco existen los miedos por aquello que se debe evaluar,
aquí cabemos todos y todas, sobretodo las que se animen a bailar,
porque las clases comienzan con ritmos que el cuerpo puede disfrutar.

Yo huelo a leña, a maíz, a dignidad,
no acepto sobornos, o que dentro de mí, los ojos quieran vendar.
Soy una esperanza para el que camina despierto, para el que no quiere parar,
sólo exijo las trece demandas y no admito la marginalidad.

Es la colectividad la que nos puede liberar y del mal gobierno proteger,
la autonomía exige que nos logremos organizar,
la libertad nos pide que no nos dejemos vencer,
soy una escuelita que no descansa pues contra la violencia debo enseñar.

México me grita que la tierra proteja,
que las niñas y niños conmigo crezcan,
aprendan a escuchar, a respetar, a resistir 
pero sobretodo a la vida cuidar.

Enseño la importancia de pensar,
de criticar, de transformar, de no dejarse explotar,
tal vez algunos no me logren aceptar pues mis contenidos no se parecen nada a los de la oficial
sin embargo con mis pasos hemos logrado que abajo y a la izquierda exista un nuevo caminar,
uno que nos acerca más como humanidad, que nos recuerda que no puede mandar el que no sepa escuchar y obedecer, 
que no puede vivir el que a la naturaleza intente destruir,
que el chol, el tzeltal, el tojolabal, el zoque  y el tzoztil, son más importantes que el inglés.
que las competencias no nos van a servir sin el trabajo en colectividad,
que la utopía no es tan lejana, que la igualdad no es sólo una palabra y que la mujer también habla.

Soy la escuelita zapatista, mis maestros y votanes ya listos están
para muchos corazones tocar, naciones acercar y voces levantar.

Soy un pedacito de otro mundo, diferente al oficial, diferente al normal,
diferente, tal vez mejor.
Soy miradas e historias, soy como una caricia que puede doler,
soy una realidad a la cual voltear,
soy espacio para crecer, para nombrar aunque nunca quepa en palabras, 

Soy lo que muchos no pudieron ser y hoy son conmigo,
soy espacio, tiempo, posibilidad,
seamos sin amos,
con amor
seamos aunque nos nieguen.

Las clases ya comenzaron,
no prometo vacaciones,
no prometo aguinaldos,
no prometo tareas ni concursos,
mejor prometo no prometer y con mis actos convencer,
nunca vencer, nunca caer.

Ven a aprender que la historia no puede esperar,
que la historia nunca es como la oficial,
que nuestra historia ya logramos construir,
ahora la queremos compartir.
Ven a prender, la luz ya empieza a arder,
la luz no se puede apagar,
que nuestra luz ya logramos encender
ahora te toca arder.

jueves, 8 de agosto de 2013

Ejercicios cardiovasculares o de fortalecimiento de corazón


Hay diferentes formas de fortalecer los corazones
Hay quienes utilizan las pistas de correr,
se ponen maratones como retos y entrenan a diario para cumplir sus objetivos,
este entrenamiento se puede hacer al aire libre y respirando con los árboles, también se puede hacer en gimnasios.
Con el paso de las rutinas, la sangre del corazón comienza a bombearse más rápido, se dirige a más arterias y venas, oxigena el cuerpo, calma la mente y se fortalece .

En cambio, hay otros que su forma de fortalecer el corazón es ir a la milpa, mojarse con la lluvia, cortar leña y admirar el fuego, resistir las injusticias del Mal Gobierno y vivir en comunidad, organizándose, esas son algunas de las prácticas que me han contado que tienen las y los zapatistas, me lo han contado con su palabra que sí se cumple.
 Ahora nos han invitado a algunos y algunas afortunadas a que fortalezcamos nuestros corazones junto con ellos y ellas pero sin entrar en rutinas como la de los corredores sino que saliendo justamente de eso, de la rutina.
 A veces siento que no estoy lista, que mi corazón es diferente y quizá menos resistente, pero ellos insisten en que basta con que esté bien puesto y yo lo siento bien puesto y cada que hablo de Chiapas late bien fuerte y a veces siento que se sale pero más bien se mete cada vez más a la selva como si ya sintiera hacia dónde vamos como si buscara agarrar el ritmo de otros corazones, bailar con ellos, indignarse, levantarse y sentir aunque sea una probadita de lo que es estar sin miedo, de lo que es estar en libertad con dignidad.
Y mi corazón es necio entonces se va a ir a buscar esos corazonsotes ahí abajo y aunque la mente intente detenerlo, inventar pretextos, el corazón se va a encontrar con los textos, con las risas y con todo aquello que sólo se puede disfrutar cuando se confía, cuando se vive, cuando nos soltamos, cuando sabemos que no tendremos el control de todo pero sí de lo más importante, como si fuéramos autónomos como ellos y ellas.
Yo tengo un corazón que con apoyo y acompañamiento de otros y otras que son mi familia y amigos se ha encontrado con muchos corazones más y ha tenido la suerte de viajar ya a muchos lugares del mundo, además es un corazón que viene de historias de algunos que se salvaron de las guerras de España y tal vez por eso ahora quiere irse allá a donde están en contra de esa guerra que algunos mantienen en el país, a sentir un poco de la paz que da escuchar el tzotzil o el tojolabal o el chol o quizá el tzeltal.


Mi corazón se va y yo me voy con él pero regreso porque lo que aprenda allá nos tiene que llegar hasta acá..

martes, 6 de agosto de 2013

La educación es un arma cargada de futuro

Texto compartido en las mesas de la Bienvenida a lxs nuevos estudiantes de Pedagogía. Agosto 2013. Facultad de Filosofía y Letras.

Antes que nada celebro el hecho de encontrarnos aquí compartiendo palabras y haciendo costumbre que las y los pedagogos construyamos espacios de diálogo.

Agradezco la invitación y felicito la organización de todo esto.

Me emociona ver los rostros de quienes llegan a esta facultad, hace unos años yo estuve en ese lugar, otros me dieron la bienvenida y me recordaron lo afortunada que era por haber entrado a esta universidad.
Ahora  me toca a mí decirles que la disfruten mucho, aprovechen todo lo que brinda, recorran cada rincón, entren a clases de diferentes carreras, hagan deporte, bailen, prueben todas las cafeterías y pierdanse en la inmensidad de la UNAM pues sólo perdiéndose se van a poder encontrar. 
A mí siempre me ha gustado eso de perderme, el sentido de la orientación no se me da mucho, antes sufría por eso pero he aprendido a disfrutarlo, además descubrí que perderme me permitía replantearme el rumbo y que en cualquier camino que tomemos siempre habrá alguien a quién le podamos preguntar y aquí está un punto con el que me gustaría comenzar: con las preguntas, sobretodo porque cuando yo estuve sentada ahí estaba llena de preguntas, algunas de las cosas que me pasaban por la cabeza eran;
¿Haré bien al estudiar pedagogía? ¿Qué será de mí en este colegio? ¿A qué me voy a dedicar en mi vida?
y por ahí habrá algunos que estén aquí por accidente y piensen ¿Qué hago aquí? ¿Por qué no me quede en mi primera opción? (Si es así por favor rectifiquen su camino porque profesionistas frustrados no queremos más)
Algunos otros dirán, ni sé qué es la pedagogía pero la elegí porque no tiene matemáticas.

En fin, cada quién con sus preguntas, espero poco a poco les vayan encontrando respuestas, en lo personal, 4 años después puedo decirles que he encontrado más preguntas que al principio pero me consuela saber lo que dice el Viejo Antonio, un personaje del Subcomandante Marcos, si para algo sirven las preguntas es para caminar y entonces me viene a la mente la pregunta que me trajo hasta aquí:
¿Qué ha significado la pedagogía en tu vida?
¿Por dónde empezar?

Primero significó un conflicto pues no sabía si estudiar pedagogía o biología.
Sin embargo el conflicto se resolvió cuando en una campaña de alfabetización con el Colegio Madrid conocí las ideas de un pedagogo que se llama Paulo Freire y me convencí de que la educación era uno de los caminos para mejorar este país; y aunque en ese momento la verdad no sabía lo que era la pedagogía( sí sabía que se relacionaba con la educación porque vi el plan de estudios) y aquí me quede.
Por lo tanto primero la pedagogía significó un conflicto, después significó una decisión y les puedo decir que ha sido de las decisiones más importantes en mi vida, ¿Por qué? Más adelante les doy más detalles, por lo pronto me viene otra pregunta.
¿Qué cosas importantes han elegido en su vida?

Yo cuando pienso en eso descubro que no elegí en donde nacer, no elegí mi cara, ni a mi familia ni siquiera mi nombre, sin embargo en la vida diaria me encuentro con otro tipo de elecciones, por ejemplo: si levantarme o no de la cama, qué ropa utilizar, qué desayunar, si tomar el metro o caminar, qué amigos tener y muchas veces me enfrento con otras situaciones, por ejemplo si ayudar o no a alguien que lo necesita en la calle, ceder el asiento, pelearme con mi mamá, en fin esas y muchas más acciones suceden en la vida diaria. 
¿Qué orienta nuestras acciones?

Y entonces aparece esa cosa que para algunos es un derecho, para otros es una cifra y para mí como pedagoga es un proceso: la educación y de alguna forma es a ella a quién le debemos lo que sucede en nuestra conciencia tanto individual como colectiva.

Ahora que entran ustedes también a este magnífico tema verán que les zumbaran los oídos cuando escuchen, "ay ese está mal educado, qué mala es la educación de México, hay que dar educación de calidad, la educación no se vende, se defiende", etc; ya irán descubriendo que tanto la educación como la pedagogía están por muchos lados, sin embargo las y los pedagogos ¿dónde estamos?

¿En la secretaría de educación Pública? ¿En la rectoría de las universidades? ¿En los museos? ¿En las escuelas?

Cuando las personas me preguntan
¿Qué estudiaste?
Pedagogía, contesto.
¿Aaa te gustan los niños?
Sí, contesto a regañadientes.
Después reflexiono, a muchas personas, cuando escuchan la palabra pedagogía, se les viene a la mente una mujer con una batita de colores, rodeada de niños pequeños y entonces pienso, ¿qué hemos hecho como pedagogos  y pedagogas para que existan esas imágenes mentales en las personas? ¿cómo se construyen las imágenes mentales? ¿se puede destruir esa imagen?
Pero sobretodo, ¿qué imagen queremos que exista en las mentes cuando escuchen la palabra pedagogía?

Todas esas preguntas se las dejo como reflexión y regreso a aquella que prometí que iba a contestar:
¿Por qué estudiar pedagogía ha significado una de las decisiones más importantes de mi vida?

Primero porque ha sido una de las primeras cosas que decidí sola y que luche hasta alcanzar, después porque me ha hecho pensar que muchas veces somos lo que aprendemos y que por lo tanto, en la medida que construyamos más espacios de aprendizaje, más posibilidades existirán para elegir quiénes queremos ser.
Además, a través de la pedagogía he entendido que en los procesos de enseñanza y aprendizaje existen muchos caminos para llegar a un mismo lugar, por lo tanto debemos poner una especial importancia en los medios que utilizamos, como bien diría Freire, los procesos educativos nunca son neutros  debemos tener claro qué tipo de ser humano queremos y en consecuencia qué mundo vamos a construir.

Ser pedagoga de la UNAM, en México, en el año 2013 ha significado situarme en un contexto específico, volverme consiente de que mis acciones repercuten en la realidad y afectan a otras personas, aceptar que hay condiciones históricas que nos limitan y que a veces duelen; identificar los impulsos, instintos, emociones e ideas  que intervienen en los procesos educativos y buscar que se canalicen creativamente para construir y no para destruir.

Implica también aceptar lo afortunada que soy por haber concluido mi educación básica, haber llegado a este nivel universitario, tener mis necesidades básicas cubiertas y un sinfín de cosas más que me permiten tener las ganas y la paciencia de luchar para que otros y otras también lleguen a donde se lo propongan, pues “nadie es si se prohíbe que otros sean”.

Pero ¿Cómo Ser en una realidad donde hay violencia? ¿En la que por encima del ser está el tener y con ello nos estamos acabando los recursos naturales?, ¿Una realidad en la que pasar por encima del otro es más fácil que ayudarle a levantarse? Y ¿Grabar con el celular las peleas es más importante que detenerlas?, ¿Cómo ser en un país en donde la pobreza va en aumento, se invierte más en armas que en educación, a diario hay más muertos que artistas y los cuerpos se han convertido en mercancías o cifras?, ¿Cómo ser a pesar de la obesidad que dificulta la movilidad, la televisión que invita a quedarnos sentados y a ver cómo otros actúan, ¿Cómo ser en un mundo en donde se reprimen las manifestaciones, se da más importancia a los bancos que a las familias y se construyen más cárceles que parques?

En fin…como les dije tengo más preguntas que repuestas, sin embargo también ahora tengo más esperanzas y saben ¿Por qué?

Porque puedo ver que aún habemos unas cuantas locas que a pesar de tener todo eso en contra creemos que las cosas pueden ser diferentes, estudiamos pedagogía sabiendo que no seremos millorarios (bueno si conocen alguna pedagoga millonaria me avisan) pero por lo general por lo menos en mi corta vida, las satisfacciones que me ha traído la pedagogía no han sido materiales pero sí han sido muchas.

Ojalá la pedagogía les traiga muchas satisfacciones, les apasione tanto como a mí y preguntando, sigamos dando pasos que nos vayan acercando poquito a poquito al mundo que queremos construir.

Como aún me queda tiempo y considero que la pedagogía junto con el arte deben ir de la mano quiero compartirles un fragmento de una versión que modifique un poquito  (bueno mucho) de un poema de Gabriel Celaya, poeta español  que se llama “la poesía es un arma cargada de futuro” ahora dice:

LA EDUCACIÓN ES UN ARMA CARGADA DE FUTURO

Educación para el pobre, educación necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.
Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica qué puedo.

Maldigo la educación concebida como un lujo  cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la educación de quien no toma partido hasta mancharse.
Tal es mi pedagogía: educación-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.