lunes, 26 de marzo de 2012

¿Y tú qué crees?

¿un beso es el puente entre la amistad y el amor?
¿un accidente es el puente entre el pasado y el presente?
¿un cuento es el puente entre la fantasía y la realidad?
¿la educación es el puente entre los que eres y lo que quieres ser?
¿qué puentes existen para llegar al cielo?


Estos días de puentes y temblores ha sido inevitable pensar en aquellas cosas que suceden inesperadamente y cambian situaciones, crean, destruyen, cuestionan, mueven...

Un temblor es eso que nos recuerda en dónde estamos parados, la energía terrestre que no vemos  y lo  insignificantes que podemos ser.
Se movió nuestro piso y las sensaciones que tuve fueron angustiantes, recordé que en un momento todo puede caer;  aunque por otro lado, el hecho de que todos nos hayamos sentido de la misma manera y hayamos salido al mismo lugar a "refugiarnos" fue reconfortante, pues también recordé que no estoy sola en esto y que si se mueve el mundo, todos lo sentiremos, creo.

Los temblores pueden tirar puentes y si no estamos preparados lastimarnos e incluso matarnos. Ese es otro tema que me vino a la mente estos días, la muerte; otra de las cosas que sucede de forma inesperada y cae mucho más fuerte que un temblor.
¿La muerte es un puente más?¿Estamos preparados y preparadas para ella?

Yo siempre quiero pensar que para la mía sí y creo que sólo para esa.

Como sea, con preparación o no, llega y supongo que hay que tomarla de le mejor manera; cuando alguien muere por lo menos nos juntamos a recordar, hay flores, hay llanto e inevitablemente cuestionamientos.
 ¿A dónde vamos cuando morimos?

Algunos creen saberlo y son esas creencias las que muchas veces nos mantienen vivos.
Creencias en la vida eterna o en la llegada del salvador, en karmas o en el perdón de los pecados, en muchas cosas.
Todos los seres humanos queremos creer en algo y así vamos creando o uniéndonos a religiones, a teorías, a formas de pensar, a diferentes ideas que le dan sentido a nuestra vida.

A veces lo que creemos va en relación con los grupos de los que formamos parte, sobretodo de la familia.

En mi caso, la mitad de mi familia es católica, la otra mitad, no.
Yo me he ido con la segunda mitad y mis creencias son diversas.


Respeto las creencias de los demás aunque en ocasiones me indignen los actos que se realizan en nombre de una u otra religión, por eso no me gusta el pensamiento único, el que se cree verdadero y con ello piensa que puede destruir a los que están fuera.
No me gusta además que se nos impongan respuestas que busquen conducir nuestra vida, que no permitan cuestionarnos y cierren nuestra posibilidad de imaginar, de crear nuestras propias explicaciones para el mundo que nos rodea, a veces pienso que las religiones coartan nuestra creatividad.

Sin embargo entiendo que los seres humanos a veces necesitamos certezas y que muchas de ellas por lo menos en México las hemos encontrado en la religión católica, según el INEGI más del 80% de los mexicanos son católicos, lo que quiere decir, en el mejor de los casos, que han encontrado respuestas al sentido de su vida en esa religión y con eso ahora tuvimos una visita costosa del Papa que trajo muchas molestias aunque también muchas alegrías; desde mi punto de vista alegrías disfrazadas producto de esas imposiciones que nos quieren mantener dormidos, callados de las injusticias que suceden, pensando en otra vida, una vida quizá ajena.


En cuanto a la religión católica yo tengo mis reservas, por más de que hice la comunión y he tenido cercanía con las iglesias, desde muy pequeña descubrí que la frialdad de las imágenes religiosas, los pecados, las culpas, las confesiones, el machismo, los pederastas, etc. no eran lo mío; no estaba dispuesta a vivir la vida esperando otra, que quizá no llegará jamás; así mejor me apropie de la proclamación socialista "no esperemos del cielo lo que debemos disfrutar en la Tierra".
Con este pensamiento además, voy disfrutando y conociendo diferentes cosmovisiones y procurando tomar lo mejor de todas.
Así, hay días que me gusta creer que existen muchos dioses, tal y como lo describen los mayas. Otros sólo creo en mí y en los seres humanos con toda su complejidad.
Voy cambiando y descubriendo.

Como sea, considero importante que busquemos respuestas, las compartamos e intentemos tener una mirada abierta que siga creando esos puentes entre nosotros que se mantengan a pesar de los temblores y apunten a la vida ahora, a la vida libre, aquella que permite que cada uno elija su forma de ser, respete la diversidad, no castigue ni siga creando culpas, no nos permita resignarnos, nos invite a movernos y a buscar más respuestas, propias, sin imposiciones, tal vez sin tanta misa, sin tanto Papa.

¿Qué creencias nos hacen libres?

Como siempre (bendito sea el señor, bendita sea la señora) sigo con muchas más preguntas que respuestas.

2 comentarios:

  1. "Do what thou wilt shall be the whole of the Law.
    Love is the law, love under will"
    A. Crowley
    Like a tu lado existencialista.

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  2. Cuántas cosas interesantes decís y te preguntas en esta publicación!


    Al leer sobre el temblor en México, se me venía a la cabeza el temporal que tuvimos en Buenos Aires la semana pasada. Me encontraba en la facultad, cursando didáctica. La clase siguió, nos limitamos a cerrar las ventanas para que no entrase el granizo y a elevar la voz cuando interveníamos ya que el viento soplaba muy fuerte. No había llevado siquiera paraguas; la tormenta me tomó por sorpresa. Me pregunto: ¿En donde querría estar yo cuando la muerte me sorprenda? Sólo espero estar haciendo aquello que me apasiona, como si fuese otro día cualquiera, como si la vida siguiese su curso normal. Creo que esa sería la única forma de asegurarse que cuando nos llegue el final, estaremos en donde tenemos que estar.

    Qué bueno e importante que digas que estás preparada para tu propia partida, creo que eso ya es muchísimo, y que es también la mejor forma de estar preparada para la de los demás. Me parece a su vez, que en México tienen verdaderamente otro vínculo con la muerte, que en Argentina no tenemos (¿será por eso que tenemos el melancólico tango?). Incorporarla en la vida cotidiana, y no negarla, silenciarla como acostumbramos acá es, en mi opinión, una actitud sanadora, de sincera aceptación, de un recuerdo que revive y dignifica a quienes se fueron. Un "te fuiste pero no te hemos olvidado, y así seguirás presente".

    La afirmación "las religiones coartan nuestra creatividad" me dejó largo rato pensando, creo que dijiste una GRAN verdad. Y cuando hacías referencia a la visita del Papa, y las "alegrías disfrazadas producto de esas imposiciones que nos quieren mantener dormidos" recordaba una frase de la película "El nombre de la Rosa" que ví hace un par de semanas: "La risa mata el temor. Y sin temor no puede haber fé. Porque sin temor al demonio, ya no hay necesidad de Dios."

    Aún no tengo del todo claro cuales son las creencias que nos hacen libres, ni que puentes existen para llegar al cielo, pero sí sé que mientras voy descubriéndolos, la risa es una de las mejores herramientas y compañías.

    Fer O.

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