domingo, 7 de abril de 2013

A- hora

¿A dónde te fuiste?
De repente me di cuenta de que ya no estabas,
era mucho lo que pudimos haber hecho contigo,
la vida no esta para darse esos lujos de perderte así nada más.

Aunque el medio ambiente lo valga, el sol tal vez lo reclame,
quizá estés latente para el siguiente cambio, o quizá algunos no lleguen a recuperarte.

Al final ¿qué eres? ¿quién decidió que existieras?
 Si acabo con los relojes, acabo contigo, quizá no eres más que un número,
o quizá el reto es que siempre seas más que eso.

Que dejes de ser una hora así nada más y te vuelvas un pedacito de vida,
de esos pedacitos que se disfrutan mejor acompañados y que por lo mismo ni se sienten, de esos momentos que pasan a la historia, se vuelven anécdota o memorias, enchinan la piel, construyen deseos.
Que una hora nos ubique en el aquí y en el ahora, que con más luz la oscuridad nos llene de sueños,
los pasos se acerquen a las estrellas y las energías se multipliquen.
Hora no estás, o ¿te pusieron un disfraz?
Con vida quizá te podremos recuperar, quizá vayas y vuelvas como las olas del mar, como las horas al andar...


La hora huyó pero el ahora sigue aquí. 


¿Qué vamos a hacer con eso?



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