martes, 2 de agosto de 2011

Caminito que el tiempo ha borrado...

Ya empezó Agosto  y por ello mi última semana de vacaciones.
Como turista, he disfrutado mucho de Buenos Aires y Colonia (en Uruguay) que son los lugares que me ha tocado visitar,la verdad es que cuando viajas así ves todo lo bonito que puedes y a veces intentas omitir los malos detalles, además te encuentras con espacios de gusto público que no pasan de moda y que por su belleza siguen siendo muy concurridos. Hoy en especial fui a un lugar muy característico de Buenos Aires: Caminito, en el barrio de La Boca.
Este lugar, además de aguardar un espacio sagrado para un gran número de la población en Argentina: El Estadio del Boca Juniors, es un barrio con un atractivo visual poco común por el color de sus construcciones.
Al estar cerca de un puerto, las viviendas de los trabajadores del mismo, utilizaban la pintura sobrante de las barcas para pintar las fachadas de sus casas y así es como dice la historia que nace esa famosa calle que no mide más de 100 metros.
En sus alrededores se encuentran diferentes tiendas para los fanáticos del Boca, así como artesanías y souvenirs de todo tipo. Además se ven parejas de tango que muestran su talento al público y uno que otro disfrazado de Maradonna para la foto.
Caminito es un destino que cuenta con muchos de los clichés de Argentina, me gustó y me generó una serie de sentimientos encontrados, por un lado, disfruté de un rico bife de chorizo, y unos gnochis. Estos últimos han sido de los más ricos que he probado después de los de mi abuela, así que fue inevitable pensar en ella y en todas las cosas que desde mi sangre me unen a Argentina.
Pensé en la fiebre del futbol que ahora hemos sentido con mi hermano y que se respira en ese barrio pues une a las clases que conviven en un mismo espacio pero con realidades muy distintas.
Por último me acordé mucho de alguien al que le hubiera gustado mucho verme bailar tango, con él aprendí un poco de ese hermoso baile que es más que eso.
En Caminito había muchas parejas bailando y pocas me hicieron sentir algo...llegué a la conclusión de que me gustan más los tangos que bailan dos personas que se quieren..al final del día tengo muchas ganas de bailar uno, con mi abuelo.

1 comentario:

  1. El párrafo final me hizo poner la piel de gallina, desde acá un fuerte abrazo amiga...

    Fer O.

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