lunes, 27 de febrero de 2012

preguntas, silencios, alternativas.

Los escalofríos son una de esas reacciones involuntarias que he intentado descifrar a lo largo de mi vida 
¿Qué significa que el cuerpo hable a través de ellos? ¿Cuando ocurren y por qué?.


Estos últimos días, han estado muy presentes en mi cuerpo y creo que tengo algunas explicaciones.


El VI Seminario Freireano se desarrolló la semana pasada y con ello un montón de emociones, "Construir otro mundo es posible si caminamos preguntando" fue el título en esta ocasión; las temáticas fueron variadas y como se imaginarán, las preguntas interminables.

Quiénes fuimos, nos sumergimos en diferentes situaciones que nos recuerdan que la realidad que estamos viviendo no es cosa fácil y la labor que tenemos, quizá sea muy complicada, sobretodo si no empezamos a trabajar en conjunto y comprendemos que las grandes cosas se hacen de mejor manera en colectivo.


Las lecturas de la realidad giraron en torno a las desigualdades e injusticias en diferentes ámbitos y a la necesidad de conocer las luchas existentes y organizarnos para hacerle frente a un mundo que nos indigna.


Las participaciones de los asistentes tanto en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM como en la Universidad Michoacana de San Nicolás fueron muy variadas y enriquecedoras.


Una de las principales preguntas fue ¿Cuál es el sentido de nuestra vida?


Para ella hubieron diferentes respuestas pero sobretodo se desataron muchas otras interrogantes que comenzaban a despertar esos escalofríos en mi cuerpo; los cuales continuaron con algunas de las respuestas que aparecían como destellos de luz aunque en muchas ocasiones la respuesta fue el silencio.


No estamos acostumbrados al silencio y a veces es muy incómodo.
Sin embargo, a mí me gusta verlo no como ausencia o falta de algo sino como el principio, como esa parte que nos mantiene a la espera.

Los silencios, al igual que las preguntas, muchas veces me provocan escalofríos ¿por qué?


Eso creo que se puede contestar comparándolo con otra cosa que también los provocaba; las alternativas que existen y que nos muestran que otro mundo es posible, que existen formas de vida justas, más humanas, 


por ejemplo:


- Las comunidades zapatistas y toda su propuesta de horizontalidad, mandar obedeciendo, digna rabia, un mundo sin guerra donde quepan todos lo mundos que somos (¿en serio todos?)
- El periodismo desde abajo y a la izquierda de Desinformémonos que presentó Gloria Muñoz es otra forma que muestra que las cosas pueden hacerse de diferente manera, que hay otros lados y situaciones que no debemos dejar de lado.
- Las aportaciones de la pedagogía de Paulo Freire, en la voz de Miguel Escobar, recuperando su vigencia en cuanto a una alternativa que nos permite "estar siendo" y con ello transformar el mundo en conjunto, liberar, liberarnos...
- La filosofía tojolabal que tanto estudió Carlos Lenkersdorf y apunta a un mundo del nosotros, recuperando la cosmovisión indígena que respeta la naturaleza, busca emparejarnos, nos invita a escuchar el corazón...


Fueron muchas alternativas, preguntas y silencios que provocaron en mí eso que no es ni frío ni calor y que simplemente movió, estremeció mi cuerpo. 


¿Por qué estás tres cosas?


Me parece que porque comparten un aspecto que prácticamente mueve lo que sea: la esperanza.


Esperanza que se mantiene viva sabiendo que hay alternativas en este mundo, hay quienes luchan, proponen, creen, crean...
Esperanza de encontrar respuesta a muchas preguntas y seguir cuestionando, caminando...
Esperanza de que los silencios sean sólo esa parte que avisa que algo termina pero sobretodo que algo está por venir...


Esperanza de que los escalofríos que mueven, encuentren resonancia en muchos lados, sigan creciendo y nos   sigan recordando que como dice Fernanda Navarro: nadie elige en dónde ni cuando nacer pero todos podemos elegir de qué lado posicionarnos.



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